Perspectiva Internacional

Mozambique en crisis

 Protestas mortales y tensiones durante la investidura de Daniel Chapo

La investidura de Daniel Chapo como quinto presidente de Mozambique, estuvo marcada por una profunda crisis política y social. Mientras el nuevo mandatario asumía el cargo en Maputo, violentas protestas se desataron en diferentes puntos del país, dejando al menos seis muertos y numerosos heridos. Este trágico escenario pone en evidencia las tensiones postelectorales y los cuestionamientos sobre la legitimidad de las elecciones de octubre.

Una ceremonia bajo fuertes medidas de seguridad

En un contexto de alta tensión, Daniel Chapo juró como presidente en la Plaza de la Independencia de Maputo, rodeado de un imponente despliegue policial y militar. A pocos metros del acto, manifestantes protestaban contra los resultados electorales, que el opositor Venâncio Mondlane y su partido Podemos califican de fraudulentos. La policía respondió con disparos y gases lacrimógenos, lo que agravó aún más la situación.

Las protestas postelectorales dejaron 300 muertos

Según un informe de la ONG Decide, las protestas postelectorales han dejado más de 300 muertos y miles de detenidos desde octubre de 2024. La represión violenta por parte de las fuerzas de seguridad refleja la profunda polarización que vive el país.

Un discurso de unidad en medio de divisiones

En su discurso de investidura, Daniel Chapo llamó a la unidad nacional y prometió priorizar la estabilidad social y política. Además, presentó un ambicioso plan de reformas, que incluye la reducción de ministerios, mejoras en los servicios públicos, transformación del sistema educativo y una mayor rendición de cuentas de los servidores públicos.

Chapo busca legitimidad para gobernar

Sin embargo, el desafío para Chapo no solo radica en cumplir estas promesas, sino en lograr la legitimidad necesaria para gobernar un país dividido. La oposición y diversos sectores sociales demandan mayor transparencia y justicia en el proceso electoral, así como una respuesta adecuada a las crecientes desigualdades y tensiones étnicas.

Reacciones internacionales y el simbolismo de las ausencias

La investidura también expuso el aislamiento internacional de Mozambique. Aunque asistieron algunos líderes regionales, como Cyril Ramaphosa de Sudáfrica y Umaro Sissoco Embaló de Guinea Bissau, la ausencia del presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, fue interpretada como una señal política. Portugal, antiguo poder colonial, envió a su ministro de Relaciones Exteriores, subrayando las dudas sobre la legitimidad del proceso electoral y la violencia posterior.

Se busca una solucion dialogada que respete los derechos humanos

En su mensaje oficial, Rebelo de Sousa destacó la importancia del pluralismo, la justicia social y la transparencia como pilares para superar la crisis en Mozambique. La comunidad internacional sigue de cerca la situación, presionando por una solución dialogada que respete los derechos humanos y el estado de derecho.

Un futuro incierto

El gobierno de Daniel Chapo inicia en un clima de incertidumbre y descontento. Aunque su victoria en las urnas fue oficializada con el 65% de los votos, las denuncias de fraude y la brutal represión de las manifestaciones han erosionado la confianza en su liderazgo.

El desafio es construir consenso

El desafío principal del nuevo presidente será construir un consenso que permita al país avanzar hacia la estabilidad y el desarrollo, evitando que las divisiones actuales profundicen aún más la crisis. Mozambique, a pesar de su potencial económico y estratégico, enfrenta un momento crítico que definirá su rumbo en los próximos años.