Perspectiva Internacional

“Trump y la migración: ¿Quiénes son los 11 millones que pretende deportar?”

Preocupacion por la justicia, viabilidad e implicaciones humanitarias

La promesa de Donald Trump de deportar a más de 11 millones de migrantes indocumentados plantea serias preguntas sobre la justicia, la viabilidad y las implicaciones humanitarias de esta política. Aunque la narrativa del expresidente está cargada de retórica sobre “seguridad” y “orden”, los datos nos muestran una realidad muy distinta que exige un análisis más profundo.

Ocho de cada diez indocumentados llevan mas de cinco anos en Estados Unidos

Según el censo de 2022, casi ocho de cada diez migrantes indocumentados llevan más de cinco años en Estados Unidos. Estos individuos no son “forasteros recientes”, sino parte integral de sus comunidades. Contribuyen a la economía al pagar impuestos, a pesar de no tener acceso completo a los beneficios sociales. De hecho, algunos estudios cifran en hasta 14 millones el número total de migrantes irregulares, muchos de los cuales mantienen una vida activa y productiva.

Solo el 4% de los indocumentados tienen antecedentes delictivos

Trump afirma que priorizará las deportaciones de migrantes con antecedentes penales. Sin embargo, solo el 4% de los indocumentados tienen historial delictivo, y una gran proporción de estos “delitos” son infracciones menores, como conducir sin licencia, algo que es una consecuencia directa de las barreras legales que enfrentan para obtener documentación. En este contexto, criminalizar a comunidades enteras por infracciones administrativas es una injusticia que perpetúa el ciclo de marginalización.

4,4 millones de ninos tienen un padre indocumentado

El impacto humano de estas políticas no puede ser subestimado. Actualmente, 4,4 millones de niños estadounidenses tienen al menos un progenitor indocumentado. La promesa de Trump de eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento amenaza con destruir familias y dejar a miles de niños vulnerables a la separación y la incertidumbre. ¿Es esto compatible con los valores que Estados Unidos afirma defender?

Violacion de derechos humanos

Por otro lado, la cancelación de la aplicación CBP One, que facilitaba el proceso de solicitud de asilo, deja a decenas de miles de migrantes en un limbo legal. Esta medida no solo pone en riesgo la vida de personas que huyen de la violencia y la persecución, sino que también socava los compromisos internacionales de Estados Unidos en materia de derechos humanos.

Cambio que rompe las tradicionales politicas humanitarias

Es fundamental analizar el contraste entre las cifras y la narrativa política. Durante el mandato de Obama, se registraron niveles históricos de deportaciones, y la Administración de Biden continuó con políticas restrictivas, como el uso del Título 42. Sin embargo, la propuesta de Trump de realizar redadas masivas en ciudades santuario representa un cambio cualitativo hacia una criminalización aún más agresiva y una ruptura con las políticas humanitarias.

Camino en direccion opuesta hacia soluciones integrales

La migración es un fenómeno complejo que requiere soluciones integrales. Deportaciones masivas y redadas no solo son ineficaces, sino que también generan un clima de temor y división. En lugar de gastar recursos en medidas represivas, Estados Unidos podría beneficiarse de una reforma migratoria que reconozca la contribución de los migrantes, ofrezca caminos hacia la regularización y fortalezca los procesos de asilo.

Se requiere un enfoque mas humano que priorice la dignidad

La política migratoria no puede basarse en discursos incendiarios ni en la promoción del miedo. Es hora de replantear el debate hacia un enfoque más humano y pragmático que priorice la dignidad de las personas y el fortalecimiento de las comunidades. En un momento en que las crisis globales empujan a más personas a buscar refugio, la respuesta de Estados Unidos debe ser un ejemplo de liderazgo y compasión, no de exclusión.