Jordan Bardella, líder de Agrupación Nacional (RN), es un aspirante al matignon, ha dejado claro que sólo asumirá el cargo de primer ministro de Francia si su partido logra una mayoría absoluta en las próximas elecciones legislativas. Este posicionamiento fue expresado en una entrevista reciente con ‘CNews’ y ‘Europe 1’, destacando su deseo de tener “el poder de cambiar la política en nuestro país”.
Bardella argumentó que sin una mayoría absoluta, el primer ministro se ve limitado y no puede actuar con la eficacia necesaria. “Si hay mayoría relativa, el primer ministro no puede actuar”, afirmó, subrayando la importancia de obtener un mandato claro y decisivo para implementar sus políticas.
Negativa a Afrontar los Obstáculos
El actual primer ministro, Gabriel Attal, ha respondido a las declaraciones de Bardella, interpretándolas como una “negativa a afrontar los obstáculos”. En una entrevista con ‘RTL’, Attal criticó la falta de claridad de Agrupación Nacional respecto a sus planes y propuestas, haciendo un llamado a ser más explícitos sobre su candidato, su gobierno y su mayoría.
Attal no escatimó en sus críticas hacia Bardella y sus aliados políticos, Jean-Luc Mélenchon y el programa que representan, describiéndolo como “un desastre”. Esta contienda subraya las profundas divisiones y desafíos que enfrenta Francia en estas elecciones, con cada lado destacando los riesgos y potenciales consecuencias de una victoria del otro.
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Por otro lado, el bloque de la izquierda, representado por el Nuevo Frente Popular, aún no ha decidido quién liderará su campaña legislativa ni quién reclamaría el puesto de primer ministro en caso de victoria. Según una encuesta de Ifop publicada el lunes, el Nuevo Frente Popular cuenta con el 28% de las intenciones de voto, quedando a cinco puntos de distancia de la ultraderecha liderada por Bardella.
El escenario político en Francia está claramente marcado por la incertidumbre y la competencia feroz entre estos bloques ideológicos. La decisión de Bardella de solo asumir el cargo con una mayoría absoluta añade una capa adicional de complejidad a las elecciones legislativas, en las que los votantes franceses tendrán que decidir qué visión de futuro prefieren para su país.
