Sudáfrica: Elecciones Legislativas de Alto Riesgo para el Congreso Nacional Africano. El 29 de mayo de 2024 marca un hito en la historia política de Sudáfrica, con las elecciones generales presentando un desafío sin precedentes para el partido gobernante, el Congreso Nacional Africano (CNA). En el poder desde 1994, el CNA enfrenta la posibilidad real de perder su mayoría en el Parlamento por primera vez en tres décadas, según indican los sondeos.
Un Contexto de Descontento Generalizado
Desde tempranas horas de la mañana, los colegios electorales abrieron sus puertas en todo el país, incluyendo el colegio electoral de Alexandra, cerca de Johannesburgo. Más de 27 millones de votantes, de una población total de 60 millones, están registrados para participar en estas cruciales elecciones. Sin embargo, el ambiente está cargado de incertidumbre y descontento.
El CNA, que ascendió al poder en 1994 con Nelson Mandela al frente, acabando con el apartheid y el gobierno de la minoría blanca, ahora se encuentra erosionado por múltiples escándalos de corrupción. La persistente desigualdad, el desempleo y la pobreza continúan afectando gravemente al país, socavando la confianza pública en el partido.
La Voz del Pueblo
En el colegio de primaria Soweto Hitekani, Velaphi Banda, el primer elector del día, expresó la desesperanza y las expectativas del pueblo. “Quienquiera que gane debe proporcionar trabajo a los jóvenes para reducir la pobreza, y aumentar las pensiones de los ancianos,” declaró, subrayando que “unos 2.000 rands (unos 100 euros) de pensión es muy poco.”
La importancia del voto joven no puede ser subestimada, dado que el 42% de los votantes registrados tiene menos de 40 años. Sin embargo, la participación temprana en lugares como Soweto mostró una baja afluencia de jóvenes, aunque aquellos presentes destacaron la urgencia de abordar problemas económicos y de empleo.
Un Futuro Político Incierto
Los resultados preliminares se esperan en los próximos días. Si el CNA no logra superar el umbral del 50% de los votos, enfrentará la necesidad de formar una coalición con otros partidos para mantener a Cyril Ramaphosa en la presidencia. Este escenario subraya la fragilidad del sistema electoral parlamentario de Sudáfrica, donde el presidente es elegido por representantes designados por el pueblo.
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En conclusión, estas elecciones no solo son un referéndum sobre el liderazgo del CNA, sino también una prueba de la resiliencia de la democracia sudafricana en tiempos de creciente desilusión y desafíos socioeconómicos. La posibilidad de un gobierno de coalición podría marcar el inicio de una nueva era política para Sudáfrica, una que requiera compromisos y reformas profundas para satisfacer las demandas de su población diversa y joven.