
Por parspectiva internacional
Tokio, 25 de noviembre de 2025
Japón desafía su tradición antinuclear mientras crece la tensión con China
Japón, único país del mundo que sufrió ataques atómicos, vuelve a poner en discusión uno de los pilares más sensibles de su identidad política: su histórica doctrina antinuclear. La nueva primera ministra, Sanae Takaichi, figura ultraconservadora y aliada de línea dura del fallecido Shinzo Abe, impulsa una revisión profunda de los “tres noes” —no poseer, no producir y no permitir armas nucleares en territorio japonés— mientras la tensión con China aumenta y Estados Unidos refuerza su rol como garante de la seguridad regional.
Taiwán reaviva el debate nuclear en Japón y sacude la región
La decisión de reexaminar estos principios coincide con un momento de alta volatilidad geopolítica. En cuestión de horas, el presidente estadounidense, Donald Trump, habló por teléfono tanto con el líder chino Xi Jinping como con Takaichi, con Taiwán en el centro de ambas conversaciones. La isla vuelve a convertirse en la línea roja que acelera movimientos diplomáticos y reconfigura alianzas en Asia-Pacífico.
Una revisión con impacto regional
El Partido Liberal Democrático (PLD), en el poder desde hace décadas, comenzó la revisión de documentos clave de defensa, incluida la Estrategia de Seguridad Nacional, con la mira puesta en elevar el gasto militar por encima del 2% del PIB. Para Pekín, este giro consolida la remilitarización japonesa y alimenta un clima de confrontación que ya provocó cancelaciones de vuelos y alertas de seguridad para ciudadanos japoneses en China.
La nueva era de seguridad en Asia: Japón reconsidera su doctrina nuclear
En este contexto, Takaichi sostiene que el principio que impide la entrada de armas nucleares en suelo japonés podría “debilitar la disuasión” frente a las amenazas regionales, particularmente el avance militar de China y el desarrollo nuclear de Corea del Norte. Su postura marca un quiebre con el enfoque prudente de gobiernos anteriores.
La memoria de Hiroshima y Nagasaki, en disputa
El debate se desarrolla en un año simbólico: el 80º aniversario de Hiroshima y Nagasaki. Lejos de pasar desapercibido, el aniversario reactivó la voz de los hibakusha (supervivientes de los bombardeos), cuyo número disminuye con el tiempo. Organizados en Nihon Hidankyo, ganador del Nobel de la Paz en 2024, expresaron un enérgico rechazo a cualquier flexibilización de la política antinuclear. Exigen no sólo mantener los tres principios, sino convertirlos en ley para blindarlos ante futuros gobiernos.
Taiwán, el epicentro de la crisis
Las declaraciones de Takaichi en el Parlamento —considerando que un eventual bloqueo o asalto chino a Taiwán sería una “amenaza existencial” para Japón— desataron la furia de Pekín. Para el Gobierno chino, la cuestión taiwanesa es un asunto interno y cualquier insinuación de intervención extranjera constituye una provocación directa.
El Japón del siglo XXI: ¿camino hacia una política nuclear más flexible?
El cruce diplomático ya lleva más de dos semanas y ha tensado de forma inédita la relación bilateral. Para Tokio, sin embargo, la defensa de Taiwán está cada vez más relacionada con su propia seguridad nacional, especialmente tras años de redefinición del concepto de “autodefensa colectiva”, impulsado inicialmente por Abe.
Washington refuerza su papel
En este clima de incertidumbre, Trump buscó despejar dudas sobre el compromiso estadounidense con su aliado clave en Asia. Tras hablar con Xi sobre Taiwán, llamó inmediatamente a Takaichi para informarle el contenido de la conversación y remarcar la “estrecha cooperación” entre ambos países. La primera ministra aseguró que el presidente estadounidense la considera una “amiga cercana”, señal de la afinidad política que ambos comparten.
Un giro que cuenta con apoyo interno
A pesar de la polémica, Takaichi no parece pagar costos políticos. Su gobierno registra una aprobación del 69,9%, según Kyodo, un aumento significativo respecto a sus primeros días en el cargo. Su discurso firme frente a China y su apuesta por fortalecer la capacidad militar japonesa parecen resonar en un electorado cada vez más preocupado por el entorno estratégico.
Una encrucijada para Japón
La revisión de la doctrina antinuclear coincide con un momento histórico en el que Japón redefine su identidad estratégica y su rol en Asia-Pacífico. Entre la memoria traumática de Hiroshima, la presión geopolítica y la necesidad de adaptación militar, Tokio se encuentra ante una decisión que no sólo marcará su política interior, sino que tendrá repercusiones para toda la región.



