Perspectiva Internacional

Ecuador: Daniel Noboa inicia su segundo mandato en medio de una crisis de violencia y polarización política


Por Perspectiva Internacional

La ceremonia estuvo cargada de simbolismo

El joven presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha iniciado oficialmente su segundo mandato en un escenario marcado por la violencia sin precedentes y la creciente polarización política. La ceremonia de investidura, realizada el 24 de mayo en Quito, estuvo cargada de simbolismo político: la bancada de la Revolución Ciudadana, liderada por el expresidente Rafael Correa, boicoteó el evento al considerarlo fruto de un “fraude”.

Asume con mayoria legislativa

Tras completar un mandato interino de 18 meses que comenzó luego de la disolución del Parlamento por parte de Guillermo Lasso, Noboa encara ahora una gestión completa de cuatro años. Con apenas 37 años, el heredero del imperio bananero de Álvaro Noboa llegó al poder con una victoria contundente y sorpresiva frente a la candidata correísta Luisa González. Esta vez, sin embargo, su llegada al poder se produce con un control parlamentario mucho más sólido: su movimiento, Acción Democrática Nacional (ADN), domina con 66 escaños y cuenta con aliados clave para sostener una mayoría legislativa.

El entorno social es alarmante

Pero el respaldo institucional contrasta con un entorno social cada vez más alarmante. Ecuador atraviesa una ola de violencia impulsada por el narcotráfico y las mafias transnacionales, que han convertido al país andino en uno de los más peligrosos de América Latina. Entre enero y abril de 2025 se han registrado más de 3.000 homicidios intencionales, un 58% más que en el mismo período del año anterior. Con estas cifras, el país podría cerrar el año como el más sangriento de su historia reciente.

En discurso de investidura cargo contra las mafias

En su discurso de investidura, Noboa volvió a declararse “en guerra” contra las mafias organizadas y prometió reactivar la economía, aunque reconoció que no se trata de una lucha contra la delincuencia común, sino contra redes criminales complejas con presencia nacional e internacional. «Es una confrontación directa con estructuras criminales organizadas […] que buscan desestabilizar al Estado», afirmó con dureza.

La madre del Presidente forma parte del Parlamento

La ceremonia también reflejó cambios internos en el entorno presidencial. La vicepresidencia fue ocupada por María José Pinto, tras la inhabilitación política de Verónica Abad por una sanción electoral relacionada con violencia política de género. Noboa aprovechó el evento para elogiar a Pinto y agradecer a su madre, Anabella Azín—actual legisladora por ADN—por regresar a la política, en lo que también marca un hecho inédito: por primera vez, la madre de un presidente forma parte del Parlamento ecuatoriano.

Minima presencia de lideres latinoamericanos

A nivel regional, la toma de posesión tuvo una presencia limitada de líderes latinoamericanos. Solo asistieron las presidentas de Perú, Dina Boluarte, y de Colombia, Gustavo Petro, quien no dudó en pronunciarse sobre la necesidad de un diálogo nacional y calificó al exvicepresidente Jorge Glas como un “preso político”, subrayando las tensiones en torno a la administración Noboa.

Ecuador enfrenta un momento critico

Con una base legislativa favorable y una popularidad todavía alta, Noboa enfrenta ahora el reto mayúsculo de traducir su retórica de guerra contra el crimen en resultados concretos. Su primer gran examen será la aprobación de un proyecto económico urgente enfocado en combatir la economía criminal. Mientras tanto, los ojos de América Latina seguirán atentos a un Ecuador que, entre la esperanza y la incertidumbre, enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia democrática reciente.