
Por Perspectiva Internacional
Bogotá / 22 de octubre de 2025
El Tribunal Superior de Bogotá exonera a Álvaro Uribe de todos los cargos
El terremoto político que sacude a Colombia tiene nombre y apellido: Álvaro Uribe Vélez. El Tribunal Superior de Bogotá absolvió al expresidente de los delitos de soborno a testigos y fraude procesal, revirtiendo una condena previa de 12 años. La decisión —que exime de toda responsabilidad al político más influyente de la derecha colombiana en las últimas dos décadas— ha desatado celebraciones en su sector y encendidas críticas desde el oficialismo.
¿Justicia o poder? La absolución de Uribe reabre viejas heridas en Colombia
El fallo, que llega tras meses de revisión judicial, concluye que no se probó la participación directa de Uribe en el entramado de presunto soborno de testigos a través de su abogado Diego Cadena. Este último sí fue condenado, pero los magistrados consideraron insuficiente la evidencia que vincularía al exmandatario con el plan para manipular declaraciones.
Una justicia dividida y un país polarizado
La absolución no solo devuelve a Uribe a la arena política con fuerza, sino que también profundiza la sensación de fractura dentro del sistema judicial colombiano. La votación de los magistrados no fue unánime, y la jueza Leonor Oviedo defendió la validez de las pruebas —entre ellas interceptaciones telefónicas— que la mayoría consideró ilícitas.
Entre la absolución y la división: Colombia vuelve a girar en torno a Uribe
El contraste entre la primera y la segunda instancia evidencia una crisis de confianza en las instituciones. El caso, que durante siete años capturó la atención nacional, simboliza las tensiones entre el poder judicial y las élites políticas.
Petro responde con una ofensiva política
El presidente Gustavo Petro reaccionó con dureza ante el fallo, acusando al Tribunal de contradecir a la Corte Suprema y de privilegiar la intimidad del acusado por sobre el interés público. En un gesto claramente político, convocó a la ciudadanía a la Plaza de Bolívar para apoyar la idea de un “poder constituyente” que impulse una reforma profunda del sistema judicial.
Uribe vuelve. Y Colombia se parte en dos
“Requiere una reforma profunda la justicia”, insistió también Carolina Corcho, exministra y aspirante presidencial dentro del oficialismo, que busca mantener el control del bloque progresista frente al avance de la derecha.
El regreso de Uribe y la recomposición del uribismo
Del otro lado, el uribismo festeja lo que considera una reivindicación histórica. El expresidente —quien no puede volver a aspirar a la presidencia— planea encabezar la lista al Senado por el Centro Democrático en las elecciones de marzo de 2026. Su retorno promete revitalizar a un movimiento que había perdido peso tras las derrotas electorales y las divisiones internas.
El regreso de Álvaro Uribe reconfigura la derecha
En paralelo, Uribe se ha convertido nuevamente en figura de referencia para los precandidatos conservadores que buscan unificar la derecha de cara a las presidenciales. Su presencia en campaña podría alterar el equilibrio político y polarizar aún más el escenario.
Una victoria con final abierto
La historia, sin embargo, está lejos de cerrarse. El senador Iván Cepeda —una de las víctimas reconocidas en el proceso y adversario histórico de Uribe— junto al ministro de Justicia Eduardo Montealegre, anunció que presentará un recurso de casación para que la Corte Suprema revise el fallo.
Entre Petro y Uribe, Colombia refleja las tensiones políticas de América Latina
El caso podría prolongarse por años, pero sus efectos ya son palpables: la derecha recupera un liderazgo simbólico, mientras la izquierda busca articular una respuesta ante lo que considera una derrota judicial y política.
Implicancias regionales
La absolución de Uribe también resuena fuera de Colombia. En un contexto regional donde figuras conservadoras —como Donald Trump en EE. UU. o Javier Milei en Argentina— avanzan con discursos de confrontación institucional, el regreso del expresidente colombiano refuerza una narrativa de “persecución judicial” que la derecha latinoamericana ha convertido en bandera.
El expresidente planea volver al Senado
Mientras tanto, en Bogotá, el expresidente celebra su victoria judicial y prepara su retorno al Congreso. La pregunta que sobrevuela es si Colombia está ante el renacimiento del uribismo o ante un nuevo ciclo de inestabilidad política.


