Perspectiva Internacional

Ahmed al Shara, el exyihadista que transformó Siria y descolocó a la geopolítica global


Por Perspectiva Internacional – 15 de mayo de 2025

Transformacion impactante y polemica

En un mundo donde las etiquetas pesan más que las trayectorias, el ascenso de Ahmed al Shara —conocido hasta hace poco como Abu Mohamed al Julani— encarna una de las transformaciones más impactantes y polémicas del siglo XXI. Exlíder de una filial de Al Qaeda en Siria y rostro visible del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham, hoy es el presidente transitorio de un país que, tras más de una década de guerra civil, busca su reincorporación plena al sistema internacional.

Momento simbolico de la reinsersion diplomatica de Siria

El giro quedó plasmado esta semana con una imagen insólita: Donald Trump, en plena gira por Riad, estrechando la mano de un hombre que hasta hace poco figuraba en la lista de terroristas del Departamento de Estado. Para muchos, fue el momento simbólico de la reinserción diplomática de Siria, tras años de aislamiento, sanciones y devastación.

El recorrido de Al Shara

¿Cómo llegó Al Shara a este punto? Su biografía es un retrato de las contradicciones de Medio Oriente: hijo de una familia acomodada desplazada por la ocupación israelí, abrazó el islamismo radical tras el 11-S y combatió en Irak contra la ocupación estadounidense. Pasó por prisiones, cultivó relaciones con líderes insurgentes y, ya en la guerra civil siria, supo navegar entre Al Qaeda, ISIS y los intereses de potencias regionales como Turquía y Arabia Saudí. Según algunos analistas, sin la colaboración de inteligencia de su grupo habría sido imposible para EE.UU. y Ankara eliminar a varios cabecillas yihadistas escondidos en Idlib.

Mezcla de pragmatismo y mano dura

Ahora, como mandatario, mezcla pragmatismo y mano dura. En apenas cinco meses logró forjar una Constitución transitoria (criticada por concentrar poder en la figura presidencial), nombró ministros de distintos credos y etnias —aunque mantuvo el núcleo del poder en manos islamistas— y ha evitado imponer una agenda religiosa más estricta. También ha negociado con kurdos, drusos y hasta con Israel, pese a los ataques continuos del gobierno de Netanyahu. Su voluntad de no responder militarmente ha sido interpretada como signo de responsabilidad… o de vulnerabilidad.

Trump anuncio que levantara sanciones

La normalización diplomática no ha sido menor: Al Shara fue recibido por Macron en París, su canciller asistió al Foro de Davos, y Damasco ha abierto sus puertas a diplomáticos de EE. UU., Rusia, la ONU y la UE. Esta campaña culminó con el anuncio de Trump de levantar las sanciones estadounidenses contra Siria, aunque la implementación de esa medida llevará tiempo.

Figura que genera multiples interpretaciones

Pero su figura sigue dividiendo aguas. Algunos lo ven como un oportunista sin escrúpulos, obsesionado con el poder y los focos, capaz de sacrificar a sus propios hombres. Otros lo interpretan como un símbolo del pragmatismo que impone la geopolítica del siglo XXI: en una región marcada por la inestabilidad, mejor un islamista que sabe negociar que un vacío de poder que otros extremistas podrían llenar.

Las consecuencias de la jugada en Siria esta por verse

Quizás el caso de Ahmed al Shara deba leerse menos como redención personal y más como el triunfo del cálculo geoestratégico por sobre las convicciones ideológicas. ¿Puede un exyihadista gobernar con estabilidad un país tan fracturado como Siria? ¿Puede el realismo diplomático borrar el pasado? Por ahora, el tablero internacional parece dispuesto a apostar que sí. Aunque como toda jugada arriesgada, las consecuencias aún están por verse.