
Por Perspectiva Internacional – 2 de julio de 2025
Una tregua que nadie confirmó (pero que todos esperan)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió una vez más a la comunidad internacional con un anuncio inesperado: según afirmó en su red Truth Social, Israel habría aceptado una propuesta de alto el fuego de 60 días en Gaza. El anuncio, que llega a menos de una semana de la esperada visita de Benjamín Netanyahu a la Casa Blanca, no fue confirmado ni por el gobierno israelí ni por Hamás, lo que refuerza la sensación de que, en la diplomacia trumpista, los hechos consumados preceden a las negociaciones reales.
Trump dice que Israel dio el visto bueno
El mensaje presidencial afirma que representantes estadounidenses mantuvieron una “reunión larga y productiva” con autoridades israelíes y que, como resultado, Israel dio el visto bueno a las condiciones necesarias para alcanzar una tregua. Catar y Egipto, actores centrales en la mediación del conflicto, serían los encargados de presentar la propuesta formal a las partes. Trump no dudó en ejercer presión pública sobre Hamás al instarla a aceptar el acuerdo “por el bien de Oriente Próximo”.
De la presión a la realidad
En lo inmediato, no hay señales concretas de que Hamás esté dispuesto a aceptar la propuesta. Las condiciones clave que traban un acuerdo —el retiro israelí de Gaza y la liberación simultánea de rehenes— siguen sin resolverse. El canciller israelí Gideon Saar sostuvo que su país ya había dicho “sí” a las condiciones presentadas por el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, y llamó a Europa a apoyar la iniciativa, en un intento de aislar diplomáticamente a Hamás.
La situacion en el terreno sigue siendo critica
Mientras tanto, la situación sobre el terreno sigue siendo crítica. Solo en la jornada previa al anuncio, más de 60 personas murieron en Gaza bajo ataques israelíes, entre ellas al menos 22 que se encontraban en un café frente al mar. La ofensiva israelí, que ha dejado más de 56.000 muertos desde octubre de 2023, ha sumido al enclave en una de las peores crisis humanitarias de su historia reciente.
Una Casa Blanca con doble agenda
La visita de Netanyahu a Washington no será solo un gesto diplomático: se espera que defina el futuro inmediato de las relaciones bilaterales en medio de crecientes tensiones internas en Israel y de un escenario electoral complejo en Estados Unidos. Trump busca posicionarse como el líder que puede terminar con una guerra que ni su antecesor ni los actores regionales han podido frenar. El problema es que su estrategia —anunciar acuerdos aún no cerrados y empujar negociaciones por Twitter— genera más ruido que certidumbre.
Se observa mas ruido que certidumbre
En paralelo, Trump continúa apelando a una narrativa de liderazgo fuerte y unilateral, reforzando su imagen ante un electorado que valora la acción inmediata, aunque eso implique debilitar los canales tradicionales de diplomacia multilateral. Su insistencia en la necesidad de “destruir las ilusiones de Hamás” se inscribe en una lógica de presión pública que, en otras ocasiones, ha fracasado en lograr resultados sostenibles.
¿Una oportunidad para la paz o un acto de campaña?
El alto el fuego de 60 días, si se concreta, podría abrir una ventana para avanzar en la liberación de rehenes —unos 50 aún retenidos en Gaza— y en una desescalada temporal del conflicto. Pero si no se traduce en un acuerdo verificable y duradero, corre el riesgo de convertirse en otro gesto vacío, usado más para la política doméstica de Trump que para resolver la tragedia en Oriente Medio.
Por ahora solo impacto mediatico
Por ahora, el anuncio no pasa de ser una jugada mediática. Pero, en un conflicto donde cada palabra cuenta y cada silencio es sospechoso, incluso un tuit puede marcar el inicio —o el fracaso— de una nueva etapa.