Por Perspectiva Internacional
4 de mayo de 2025
la ultraderecha avanza y agita el tablero europeo
Las elecciones presidenciales en Rumania confirman una tendencia que inquieta a Bruselas: el avance de fuerzas ultraderechistas, euroescépticas y populistas en un país miembro de la Unión Europea y la OTAN. George Simion, líder del partido ultranacionalista AUR (Alianza para la Unión de los Rumanos), logró un rotundo 40% de los votos en la primera vuelta, imponiéndose como favorito para la decisiva segunda vuelta del 18 de mayo.
Eleccion con gran carga simbolica
Esta elección se desarrolla bajo una fuerte carga simbólica y política. Se trata de la repetición de los comicios de noviembre, anulados por el Tribunal Constitucional rumano tras detectar indicios de injerencia rusa en la sorpresiva victoria del también ultraderechista Calin Georgescu. Impedido ahora de volver a postularse, Georgescu apadrinó a Simion, quien se presenta como su heredero político y discursivo.
El alcalde de Bucarest fue segundo
La contienda por el segundo lugar fue reñida hasta el final: el independiente y alcalde de Bucarest, Nicușor Dan, logró el 20,75%, superando por escaso margen al oficialista proeuropeo Crin Antonescu (20,51%). Dan, que ya se ve en la segunda vuelta, prometió apoyar sin condiciones a un candidato prooccidental si él no avanzara, apelando a la necesidad de preservar la orientación atlántica de Rumania.
La intervencion de China
El ascenso de Simion no puede desligarse del contexto político más amplio. Su retórica agresiva, su rechazo a los valores europeos, y su cercanía con Georgescu —quien fue impulsado por campañas virales en TikTok, al margen del escrutinio institucional— encarnan una forma de populismo digital y nacionalista que crece en Europa del Este. La plataforma china incluso reconoció haber eliminado redes de desinformación vinculadas a la campaña anterior.
La intervencion de Rusia
A esto se suma una jornada electoral marcada por tensiones, incluyendo ciberataques a sitios oficiales y a la web del propio Antonescu, reivindicados por el grupo ruso NoName057. Mientras tanto, la participación exterior batió récords, con casi un millón de votos emitidos desde el extranjero, reflejo de una diáspora movilizada y posiblemente decisiva en la segunda vuelta.
Escenario inedito en la post guerra fria para Rumania
La posibilidad de que Simion llegue a la presidencia abre un escenario inédito en la posguerra fría para Rumania. Su discurso, que mezcla la denuncia contra las “élites del sistema” con apelaciones a un orden “verdaderamente constitucional” —en referencia a Georgescu—, amenaza con alejar al país de los valores esgrimidos por la UE. Y lo hace en un momento en que el continente ya enfrenta el desafío del ascenso de la extrema derecha en Francia, Alemania, Países Bajos e Italia.
Habra repercuciones no solo en Bucarest
Rumania se enfrenta, en palabras de uno de sus votantes, al dilema de elegir entre un rumbo proeuropeo o el repliegue hacia un nacionalismo. Lo que ocurra el 18 de mayo tendrá repercusiones no solo en Bucarest, sino en todo el continente.
