Perspectiva Internacional

Portugal, atrapada entre el espectáculo y la ultraderecha

Por Perspectiva Internacional
17 de mayo de 2025

El fenómeno Ventura en el cierre electoral

La campaña electoral portuguesa ha llegado a su fin, pero lo que deja tras de sí es mucho más que promesas incumplidas y debates estériles. El verdadero protagonista, aunque polémico, ha sido sin duda André Ventura, líder del partido de ultraderecha Chega. Su figura —entre el populismo agresivo y la televisión espectáculo— logró marcar el ritmo de la campaña, arrastrando el debate político a un terreno cada vez más cómodo para la narrativa ultra: la inmigración, la seguridad y el racismo disfrazado de provocación.

El espectaculo ha sustituido al contenido

Aunque Ventura tuvo que retirarse temporalmente por motivos de salud, sus espasmos esofágicos —y el frenesí mediático que lo siguió— sirvieron para consolidar su posición como actor principal de la política portuguesa. La escena en la que una caravana de medios siguió la ambulancia que lo trasladaba al hospital resume a la perfección el nuevo tono de la política lusa: el espectáculo ha sustituido al contenido.

Portugal enfrenta un dilema politico y moral

En los últimos años, Portugal parecía inmune al auge de la extrema derecha que se extendía por Europa. Pero la irrupción de Chega y su crecimiento meteórico —50 diputados en 2024, con tan solo cinco años de existencia— ha roto ese espejismo. Ahora, el país enfrenta un dilema político y moral: ¿integrar a Chega en pactos de gobernabilidad o mantener el cordón sanitario, a riesgo de bloquear la acción parlamentaria?

La campana fue una sucesion de escandalos

La campaña fue una sucesión de escándalos, desde insultos racistas a la comunidad gitana hasta las justificaciones grotescas del propio Ventura para no compartir habitación en un hospital. Todo fue amplificado en redes y medios, muchas veces sin el mínimo filtro crítico. Incluso los programas de análisis político han caído en la trampa de la trivialización: como denunció recientemente el programa “O Eixo do Mal”, estamos ante “el triunfo del político que dice gracietas”.

Los casos de corrupcion apenas rozan la imagen

Paradójicamente, mientras los casos de corrupción y delitos vinculados a miembros de Chega (incluyendo robos y prostitución de menores) apenas rozan la imagen del partido, el resto de las fuerzas políticas parece desdibujarse. La campaña del socialista Pedro Nuno Santos, por ejemplo, luchó por obtener visibilidad en medio del ruido, mientras que el primer ministro conservador Luís Montenegro intenta esquivar el dilema de un posible pacto con Ventura si su coalición no logra mayoría.

Portugal enfrenta el vaciamiento del debate politico en favor del sensacionalismo

Portugal, que celebró hace apenas unas décadas la Revolución de los Claveles y el fin del autoritarismo, se enfrenta hoy a una nueva amenaza: el vaciamiento del debate político en favor del sensacionalismo. Ventura no solo impuso su agenda, sino que convirtió su figura en un fenómeno mediático imbatible. Para bien o para mal, la ultraderecha ya ganó una parte clave de esta elección: la centralidad narrativa.

El gran inrerrogante mirando el futuro

La pregunta es si la política portuguesa podrá recuperar la seriedad y profundidad que exige la democracia. O si, como temen muchos analistas, esta campaña ha marcado un punto de no retorno hacia una política cada vez más dominada por el espectáculo.