
Por Perspectiva Internacional | 6 de mayo de 2025
Estilo sheinbaum firmeza sin confrontacion
En plena escalada de tensiones comerciales impulsada por Donald Trump, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha optado por apagar con diplomacia el último incendio provocado por su homólogo estadounidense: una propuesta para enviar tropas estadounidenses a México con el fin de combatir a los cárteles del narcotráfico. La mandataria mexicana no solo rechazó la sugerencia apelando a la soberanía nacional, sino que además evitó alimentar el conflicto en los medios, en un gesto que marca su estilo: firmeza sin confrontación.
Rechazo a la presencia militar norteamericana
Según reportes de The Wall Street Journal, Trump habría planteado la idea durante una llamada telefónica bilateral en abril. El magnate republicano presionó a Sheinbaum para que permitiera una intervención militar estadounidense en territorio mexicano. La presidenta rechazó la idea sin ambigüedades: cooperación sí, ocupación no. “Podemos compartir información, pero nunca vamos a aceptar la presencia del ejército de Estados Unidos en nuestro territorio”, afirmó.
La respuesta de Trump
Trump no tardó en responder públicamente, acusando a Sheinbaum de estar «paralizada por el miedo a los carteles». Sin embargo, la presidenta decidió cortar por lo sano y declaró: “No vale la pena” entrar en un debate mediático con el expresidente estadounidense. Más que una evasión, su decisión refleja una estrategia calculada: mantener intacto el canal de comunicación con Washington y preservar el estatus comercial privilegiado de México en medio de la guerra arancelaria de Trump contra otras potencias.
Una tension que no es nueva
La tensión no es nueva. Durante su primera presidencia, Trump ya utilizó amenazas militares y presiones arancelarias para imponer su agenda migratoria y de seguridad a México. Lo que cambia ahora es la actitud del liderazgo mexicano. Frente al estilo beligerante del expresidente, Sheinbaum presenta un enfoque de diplomacia pragmática, sin ceder en temas sensibles como la soberanía territorial.
Enfasis en la nueva estrategia de seguridad
Además, Sheinbaum ha enfatizado que la estrategia de seguridad de su gobierno, diferente a la del sexenio anterior, ya está dando resultados: decomisos de armas, detenciones de cabecillas y cooperación bilateral para frenar el tráfico de drogas, especialmente de fentanilo, una de las principales preocupaciones en EE. UU. A cambio, destaca un gesto inusual: Trump ha declarado su intención de frenar el tráfico de armas desde EE. UU. hacia México, una señal de reciprocidad pocas veces vista.
Mexico sigue siendo un socio preferente de Estados Unidos
A pesar de las amenazas arancelarias generalizadas de Trump, México ha logrado mantenerse como un socio comercial preferente, evitando sanciones contra sectores clave como la industria automotriz. Esa estabilidad, en un clima global marcado por la incertidumbre, parece ser resultado directo de la contención diplomática de Sheinbaum.
Delicado equilibrio en la coyuntura
Esta coyuntura revela un equilibrio delicado: México está obligado a defender su soberanía sin romper los puentes con su principal socio comercial. En este juego de poder y presión, la respuesta de Sheinbaum podría marcar el tono de la relación bilateral en una eventual segunda presidencia de Trump.