Perspectiva Internacional

Finlandia: del modelo nórdico al nuevo rezagado del empleo europeo

Por Perspectiva Internacional – 13 de octubre de 2025

Brusco viraje en el desempleo

Durante décadas, Finlandia fue un ejemplo de estabilidad económica, cohesión social y baja desocupación en Europa. Hoy, sin embargo, el país nórdico atraviesa un giro inesperado: su tasa de desempleo roza el 10%, una cifra que amenaza con superar a la de España y convertir a Helsinki en el nuevo “farolillo rojo” del empleo en la Unión Europea.

Del pleno empleo a la incertidumbre

Basta caminar por las calles de Helsinki para notar el cambio. Donde antes abundaban los carteles de “se busca personal”, ahora predominan los locales cerrados o con plantillas reducidas. En apenas tres años, Finlandia pasó de tener una de las tasas de paro más bajas del continente (6% en 2022) a una de las más altas.

Detrás de este brusco viraje se combinan dos factores principales: la guerra en Ucrania y las políticas de austeridad adoptadas por el gobierno conservador finlandés.

Un país golpeado por la guerra y sus consecuencias

La invasión rusa a Ucrania alteró el delicado equilibrio económico del país. El cierre de la frontera con Rusia —la más extensa del Este europeo, con 1.300 kilómetros— paralizó el comercio fronterizo y afectó a pequeñas economías locales. A ello se sumaron las sanciones de Bruselas contra Moscú, que golpearon duramente a sectores clave como el forestal y el energético.

El encarecimiento del gas natural, el desplome de la confianza de los consumidores y la contracción del comercio exterior terminaron erosionando los cimientos del modelo finlandés, históricamente basado en la innovación tecnológica, la educación y la eficiencia industrial.

La austeridad como lastre interno

Pero el contexto internacional no explica todo. El propio gobierno finlandés aplicó una severa política de ajuste: recortó subsidios sociales, aumentó el IVA y redujo la inversión pública para redirigir recursos al gasto en defensa.

La combinación de baja inversión y consumo interno debilitado frenó el crecimiento económico

“El recorte en los subsidios de la seguridad social y el aumento del IVA ha reducido aún más la demanda de trabajadores”, advirtió el economista Niku Määttänen, de la Universidad de Helsinki.

Esa combinación de baja inversión y consumo interno debilitado frenó el crecimiento económico, que apenas llegó al 0,4% en 2024. Para 2025, el Ministerio de Finanzas proyecta un aumento del 1%, aunque los analistas lo consideran optimista.

Un mercado laboral en tensión

El Banco de Finlandia atribuye el aumento del desempleo, en parte, a la dificultad de absorber una población activa creciente. Más jóvenes buscan empleo, los jubilados se retiran más tarde y la inmigración ha crecido: los trabajadores nacidos en el extranjero pasaron del 6% al 11% de la fuerza laboral en seis años.

Sin embargo, los sectores tradicionales no logran adaptarse. La construcción se enfría por los altos costos y las tasas de interés, mientras empresas emblemáticas —como las forestales Metsä Group y Stora Enso o la automotriz Valmet Automotive— anuncian despidos.

De Nokia al presente incierto

El informe más reciente de la OCDE señala que Finlandia sigue sufriendo las secuelas de la caída de Nokia, que durante años fue el emblema de su éxito tecnológico. Desde entonces, la productividad se ha estancado y los intentos por diversificar el tejido industrial no han rendido frutos.

Con apenas seis millones de habitantes, la economía finlandesa enfrenta el desafío de reinventarse en un contexto internacional adverso y con un margen fiscal limitado por la austeridad.

Un cambio de roles en Europa

Fuerte contraste con el sur de Europa

El contraste con el sur de Europa es cada vez más visible. Mientras España se encamina a cerrar el año con un crecimiento superior al 3% y una reducción sostenida del desempleo, Finlandia acumula meses consecutivos de aumento del paro.

El “sorpasso” podría concretarse antes de fin de año: 10,3% frente a 10,1%. Un cambio simbólico pero revelador del nuevo mapa económico europeo, donde el norte ya no garantiza prosperidad y el sur comienza a ganar terreno.

En Helsinki, el panorama se resume con una simple imagen: calles limpias, cafés tranquilos y ninguna oferta laboral a la vista. El país que una vez representó el equilibrio entre bienestar y eficiencia ahora se enfrenta a una dura prueba de resiliencia.