
Noboa y González empatan en la recta final
Ecuador se encamina a una segunda vuelta presidencial con un escenario de máxima tensión: Daniel Noboa y Luisa González llegan empatados, según los últimos sondeos, a las elecciones del próximo domingo. La campaña se ha cerrado con actos masivos en Guayaquil, ciudad clave en cualquier elección nacional por su peso electoral. Más de 3,2 millones de votantes en esa zona podrían definir el futuro político del país.
La diferencia en primera vuelta fue de 16000 votos
Daniel Noboa, actual presidente que busca su reelección tras 17 meses en el cargo, representa una derecha joven, empresarial y pragmática. Luisa González, por su parte, es la candidata del correísmo, el movimiento que lidera el expresidente Rafael Correa, y propone un retorno al modelo progresista que dominó la política ecuatoriana entre 2007 y 2016. Ambos se enfrentaron ya en la primera vuelta en febrero, con una diferencia mínima de apenas 16.000 votos a favor de Noboa.
La caracteristica fue la busqueda de alianzas
La segunda vuelta ha estado marcada por una intensa búsqueda de alianzas. González logró el respaldo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), tras firmar un acuerdo con 25 compromisos, pese a las heridas abiertas por la gestión de Correa, que enfrentó protestas indígenas con represión y promovió leyes impopulares en los territorios ancestrales. También se acercó al excandidato de derecha Jan Topic, quien podría ocupar un rol en seguridad si González llega al poder. La amplitud de estas alianzas muestra la fluidez ideológica de esta campaña y la necesidad de sumar fuerzas para una elección reñida.
El cierre de Noboa
Noboa, en cambio, optó por un cierre más institucional en el coliseo Voltaire Paladines Polo, acompañado de figuras clave de su movimiento y del apoyo internacional de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La imagen de su madre, Anabella Azín —la legisladora más votada del país— a su lado, sugiere que una eventual victoria concentraría en su familia los principales poderes del Estado, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo.
Desconfianza sobre el proceso electoral
Pero si algo une a ambos candidatos es la desconfianza sobre el proceso electoral. Las denuncias de posible fraude han estado presentes desde la primera vuelta, y se han intensificado ante una nueva disposición electoral que prohíbe el uso de teléfonos móviles en los centros de votación. La medida, impulsada por Noboa y aceptada por el Consejo Nacional Electoral, ha generado fuertes críticas desde el correísmo, que acusa al organismo de parcialidad y denuncia sanciones desproporcionadas.
Clima de incertidumbre
Con 92.000 observadores desplegados para custodiar el voto, el país llega al domingo en un clima de incertidumbre y alerta. Noboa ha insistido en que la elección es entre “libertad o socialismo”, mientras que González promete dejar atrás “el odio y la confrontación”. El resultado, sin embargo, podría ser tan ajustado que nadie descarta una disputa postelectoral.
Lo que ocurra impactara mas alla de sus fronteras
Ecuador no solo elige un presidente. El país define si continúa con el experimento de renovación que representa Noboa o si retoma el camino del correísmo con González. En cualquier caso, América Latina observa con atención: lo que ocurra el domingo podría tener implicancias más allá de sus fronteras.