Perspectiva Internacional

Argentina y el derecho a la identidad: las Abuelas de Plaza de Mayo recuperan al nieto 140

Por Perspectiva Internacional – 8 de julio de 2025

Un triunfo de la memoria y los derechos humanos en el Cono Sur

En un nuevo capítulo de justicia y memoria en América Latina, las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la restitución del nieto número 140, apropiado durante la última dictadura militar argentina (1976-1983). El caso conmueve por su humanidad, pero también reafirma el rol de las instituciones en la lucha contra el olvido y por los derechos fundamentales, en particular el derecho a la identidad.

Adriana Metz

La historia detrás del anuncio tiene nombre y voz. Adriana Metz tenía apenas un año cuando sus padres, Graciela Romero y Raúl Eugenio Metz, fueron secuestrados por las fuerzas armadas en Cutral-Có, Neuquén. Graciela estaba embarazada de cinco meses. Su hijo nació en un centro clandestino de detención en abril de 1977 y fue inmediatamente arrebatado y entregado a otra familia. Casi medio siglo después, gracias a una denuncia anónima y una investigación del Estado, un análisis de ADN confirmó su verdadera identidad.

El derecho a saber quiénes somos

“¡Bienvenido nieto 140!”, exclamó Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, en un emotivo acto en la Casa por la Identidad, en Buenos Aires. A sus 94 años, de Carlotto volvió a pedir que la sociedad argentina no abandone la búsqueda de los más de 300 nietos que aún restan por encontrar. “Luchemos para que la verdad nunca se apague”, subrayó, en medio de críticas al gobierno de Javier Milei por haber recortado la autonomía del Banco Nacional de Datos Genéticos, pieza clave en estos hallazgos.

La dimension intima del encuentro

La revelación también tuvo una dimensión íntima. Adriana Metz, ahora militante por los derechos humanos en Mar del Plata, pudo hablar por primera vez con su hermano. “Me dice que fue criado como hijo único y que no tiene familia. Entonces yo le digo: ¡Ey, acá estoy yo! Y me dice: ‘Sí, ya sé, boluda!’”, relató entre risas durante la conferencia de prensa, rodeada de emoción.

Un caso, una sociedad, una herida aún abierta

La historia de la familia Metz Romero no es un hecho aislado. Forma parte de un plan sistemático de apropiación de niños ejecutado por la dictadura argentina, un crimen de lesa humanidad que sigue teniendo profundas consecuencias en el presente. Cada restitución de identidad es una victoria, pero también un recordatorio: el pasado no está cerrado mientras haya heridas abiertas.

Memoria, verdad y justicia

El trabajo incansable de las Abuelas de Plaza de Mayo se ha convertido en un símbolo de la lucha por la memoria , verdad y justicia no sólo en Argentina, sino en toda América Latina. En un continente marcado por dictaduras, exilios y desapariciones forzadas, el derecho a la verdad se ha transformado en una bandera común.

“ Cada nieto que recupera su identidad nos ilumina un poco mas”

Adriana, quien ahora deberá aprender a ser hermana mayor, sintetizó el momento con palabras simples pero poderosas: “Cada nieto que recupera su identidad nos ilumina un poco más”.