
Por Perspectiva Internacional – 14 de junio de 2025
La crisis humanitaria y política que enfrenta Zelensky tras el regreso de los soldados caídos
Una sombra se cierne sobre el liderazgo de Volodymyr Zelensky. Mientras Ucrania sigue resistiendo la embestida rusa en el campo de batalla, una nueva crisis —menos visible pero igual de devastadora— golpea al corazón de su sociedad: el retorno de los cuerpos de miles de soldados ucranianos muertos en combate. El precio humano y político de esta guerra se hace ahora más tangible, más insoportable, y amenaza con desatar una ola de descontento interno sin precedentes.
Las negociaciones de paz en Estambul
En el marco de la segunda ronda de negociaciones de paz celebrada en Estambul a principios de junio, Ucrania y Rusia acordaron el intercambio de 6.000 cuerpos de militares caídos. Sin embargo, cuando el 8 de junio un convoy ruso trasladó 1.100 cadáveres a Bielorrusia, la delegación ucraniana no se presentó. Moscú acusó a Kiev de intentar ocultar las verdaderas cifras de sus bajas, mientras que el gobierno ucraniano respondió calificando todo como una maniobra propagandística del Kremlin. Las versiones sobre si esa fecha fue realmente acordada en la mesa de negociación siguen siendo contradictorias.
El retorno de los cuerpos plantea desafios logisticos y morales
Más allá de la controversia diplomática, el retorno de estos cuerpos plantea desafíos logísticos y morales descomunales. Ucrania carece de capacidad institucional y tecnológica suficiente para identificar los restos. Expertos recuerdan que catástrofes pasadas como el tsunami de 2004 en el sudeste asiático demandaron años de trabajo especializado para identificar víctimas, con apoyo internacional y en condiciones de paz. La Ucrania actual, inmersa aún en el conflicto, no cuenta con esos recursos, ni puede garantizar la seguridad de expertos extranjeros.
El trasfondo es aun mas sombrio
El trasfondo es aún más sombrío: la Comisión de Personas Desaparecidas de Ucrania ya registraba hasta fines de 2024 más de 48.000 personas desaparecidas y 2.500 cuerpos sin identificar. A eso se suman ahora los 6.000 cadáveres devueltos por Rusia. Y si bien el gobierno ha prometido compensaciones económicas por los fallecidos —hasta 544.000 dólares por caso— el costo total podría superar los 3.600 millones de dólares solo en esta primera tanda. Si se incluyen cifras no oficiales que hablan de hasta 100.000 soldados muertos desde 2022, el presupuesto ucraniano podría enfrentar una presión de más de 130.000 millones de dólares.
Acusan al gobierno de demorar deliberadamente la recepcion de cuerpos
En un país que depende fuertemente de la asistencia financiera extranjera y donde los ingresos fiscales proyectados para este año apenas superarían los 48.000 millones, estas cifras revelan una bomba económica a punto de estallar. Mientras tanto, surgen versiones que denuncian una demora deliberada en la recepción de los cuerpos, para evitar el pago inmediato de indemnizaciones. Aunque difíciles de comprobar, estas acusaciones alimentan un clima de desconfianza creciente hacia el gobierno.
La expectativa de vida en el frente es cuatro horas
A esto se suma una profunda crisis en el sistema de reclutamiento. Frente a la falta de voluntarios y al enorme riesgo de muerte —con algunos informes que hablan de una expectativa de vida de apenas cuatro horas en el frente— el Estado ucraniano ofrece sueldos militares que superan los 4.500 dólares mensuales, una cifra inalcanzable para la mayoría de los ciudadanos. Pero incluso eso no ha logrado revertir la escasez de efectivos. Las redadas callejeras para reclutar jóvenes y la introducción de salarios simbólicos para personal no combatiente generan cada vez más indignación.
¿Zelensky al borde de una tormenta política?
Lo que inicialmente fue interpretado como una maniobra humanitaria y de reconciliación nacional —la devolución de cuerpos caídos— se ha convertido en una pesadilla logística, ética y política. Para muchas familias, la espera por enterrar a sus seres queridos se extenderá por años. Y para Zelensky, la falta de respuestas claras frente a esta tragedia podría representar un punto de inflexión en su imagen pública.
Una sociedad agotada por la guerra, miseria y sacrificio
La guerra en Ucrania no solo se libra en las trincheras, sino también en el terreno de la legitimidad y la cohesión social. Si el Estado no logra articular una política clara frente a sus propios muertos, ¿cómo podrá sostenerse ante las exigencias crecientes de su población, agotada por años de guerra, miseria y sacrificio?
Se esta quebrando la confianza en el gobierno
En este momento, más que nunca, Ucrania no solo necesita aliados internacionales y armas: necesita reconstruir su vínculo con la sociedad civil. Porque si la confianza se quiebra, ni el presupuesto ni la ayuda externa alcanzarán para evitar una crisis aún más profunda.