Perspectiva Internacional

Trump castiga a Brasil con el arancel más alto del mundo

Por Perspectiva Internacional – 30 de julio de 2025

Un giro comercial con trasfondo político

La relación entre Brasil y Estados Unidos atraviesa uno de sus momentos más tensos en años. El presidente Donald Trump oficializó este miércoles un golpe comercial sin precedentes: la imposición de un arancel del 50% a productos brasileños, enterrando cualquier intento de negociación con el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Se trata del gravamen más alto aplicado actualmente por Washington, superando incluso a las tasas impuestas a China en el pasado reciente.

Gesto que refuerza el alineamiento ideológico de Trump con sectores de la extrema derecha global

Detrás de la medida, sin embargo, se esconde algo más que una disputa comercial. La Casa Blanca vinculó explícitamente la decisión con lo que denomina “una amenaza inusual y extraordinaria” por parte del Gobierno brasileño, acusándolo de perseguir políticamente al expresidente Jair Bolsonaro. Así, la política interna brasileña se convierte en eje de la política exterior estadounidense, en un gesto que refuerza el alineamiento ideológico de Trump con sectores de la extrema derecha global.

Aranceles, juicios y represalias

La nueva tarifa representa un incremento del 40% respecto al arancel base del 10%, y aunque contempla excepciones —como los aviones civiles de Embraer, fertilizantes y ciertos metales— afecta a sectores clave de la economía agrícola brasileña. Mientras tanto, en Brasilia, el gobierno de Lula denuncia una intromisión directa en sus asuntos judiciales, recordando que el proceso contra Bolsonaro está siendo llevado adelante por el Supremo Tribunal Federal, sin injerencia del Poder Ejecutivo.

El  enojo de Trump es con el juez Alexandre de Moraes, que lidera el juicio contra Bolsonaro por su presunta participación en el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023

El principal blanco del enojo de Trump es el juez Alexandre de Moraes, quien lidera el juicio contra Bolsonaro por su presunta participación en el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023. La Casa Blanca no solo impuso sanciones económicas personales al magistrado —invocando la Ley Magnitsky—, sino que lo acusó de censura, persecución y violaciones a los derechos humanos. El Tesoro estadounidense incluso congeló sus activos y revocó su visa, medidas que se extienden a otros jueces del Supremo.

Geopolítica digital y redes sociales

En la declaración oficial, Estados Unidos también apuntó contra los intentos del sistema judicial brasileño de responsabilizar a plataformas digitales por la difusión de desinformación y discursos de odio. Empresas como X (antes Twitter) han sido sancionadas en Brasil por negarse a cumplir órdenes judiciales, en el marco de una legislación que busca frenar la violencia digital. Para Trump y sus aliados, sin embargo, estos controles son sinónimo de censura y motivo de confrontación ideológica.

El operador de la ultraderecha brasileña en Washington es Eduardo Bolsonaro

El trasfondo del conflicto es aún más claro al observar el rol de Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente y actual operador de la ultraderecha brasileña en Washington. Eduardo celebró los aranceles como un “hito histórico” y renovó su presión para que el Congreso apruebe una amnistía que beneficie a su padre y a otros implicados en la intentona golpista. Desde su perspectiva, la medida estadounidense no es sólo una represalia comercial, sino una herramienta política para condicionar el rumbo institucional de Brasil.

América Latina en la mira del trumpismo

La decisión de Trump marca un precedente inquietante para América Latina. Utilizar sanciones económicas para interferir en procesos judiciales internos refleja una concepción de la política exterior basada en lealtades personales y afinidades ideológicas. Lejos de una lógica multilateral o institucional, el trumpismo apuesta por una diplomacia punitiva que castiga a los gobiernos que considera hostiles y protege a los aliados, sin importar el respeto a la legalidad democrática.

Nuevo frente de batalla en la internacionalización del conflicto entre democracia y autoritarismo

En este contexto, Brasil se convierte en un nuevo frente de batalla en la internacionalización del conflicto entre democracia y autoritarismo, con consecuencias que van mucho más allá del comercio. Para Lula, el desafío no será sólo económico, sino también diplomático: defender la soberanía judicial de su país sin cerrar canales de diálogo con una Casa Blanca cada vez más impredecible.

Latinoamerica mira con atención

Mientras tanto, la región observa con atención. Porque si Estados Unidos puede imponer aranceles para proteger a Bolsonaro, ¿qué otras decisiones similares podrían tomarse en el futuro contra otros países latinoamericanos?