Netanyahu en crisis tras decisión del Tribunal en Israel sobre la exención militar de los ultra ortodoxos. El 25 de junio de 2024, el Tribunal Supremo de Israel emitió un fallo unánime que sacudió los cimientos del actual gobierno liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Una Legislación que Diferencie entre Estudiantes de Seminarios Judíos y otros Ciudadanos
El tribunal dictaminó que, en ausencia de una legislación que diferencie entre estudiantes de seminarios judíos y otros ciudadanos, los hombres ultra ortodoxos deben ser reclutados para el servicio militar obligatorio al igual que el resto de la población.
Esta resolución pone fin a una exención que ha existido durante décadas y que ha sido motivo de discordia en la sociedad israelí, poniendo a Netanyahu en crisis, por la guerra en Gaza, especialmente entre el público laico. La tensión ha aumentado en el contexto de una guerra prolongada en Gaza, donde el ejército israelí ha sufrido la pérdida de más de 600 soldados y ha reclutado a decenas de miles de nuevos militares, subrayando la necesidad de más efectivos.
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La reacción de los poderosos partidos ultra ortodoxos, que son socios cruciales en la coalición de Netanyahu, no se hizo esperar. Estos partidos han mostrado una fuerte oposición a cualquier cambio en el sistema de exenciones y han advertido que su retirada de la coalición podría precipitar la caída del gobierno y la convocatoria de nuevas elecciones.
Aplicación Selectiva Inválida
Durante las audiencias, los representantes del gobierno argumentaron que obligar a los hombres ultra ortodoxos a alistarse podría desgarrar la sociedad israelí. Sin embargo, el Tribunal Supremo sostuvo que el estado estaba implementando una “aplicación selectiva inválida” de la ley, violando gravemente el principio de igualdad ante la ley.
La decisión del Tribunal Supremo llega en un momento sumamente delicado para Israel, ya que la guerra en Gaza se extiende hacia su noveno mes, y la estabilidad del gobierno está en juego. Este fallo podría desencadenar una crisis política significativa, afectando no solo la composición del gobierno actual, sino también el futuro político del país.
Este evento refleja una de las fracturas más profundas en la sociedad israelí, donde las tensiones entre las comunidades laicas y ultra ortodoxas han estado aumentando. La resolución del Tribunal Supremo podría ser un punto de inflexión en esta dinámica, con repercusiones que se sentirán en todo el panorama político y social de Israel.
