Por Perspectiva Internacional
26 de mayo de 2025
El clima politico en Paises Bajos se tensa

El clima político en los Países Bajos vuelve a tensarse por cuenta de Geert Wilders. El líder del Partido por la Libertad (PVV), conocido por su retórica antiinmigración, ha lanzado un ultimátum al Gobierno de coalición que él mismo ayudó a formar: si en “cuestión de semanas” no se cierran las fronteras a los solicitantes de asilo, su partido se retirará del Ejecutivo.
Decalogo de medidas radicales
Wilders, quien desde su posición dominante en el Parlamento ha sido un actor clave en la formación del gobierno liderado por Dick Schoof, endurece así su presión para imponer una política migratoria radical. En una rueda de prensa sorpresiva en La Haya, el dirigente de extrema derecha presentó un decálogo de medidas que incluye el cierre de centros de acogida, la devolución forzada de 60.000 refugiados sirios y el uso del ejército para reforzar el control fronterizo. También propone retirar la ciudadanía a condenados con doble nacionalidad y suspender la reunificación familiar.
Las exigencias chocan con las normas de Union Europea
Aunque Wilders insiste en que no busca el colapso gubernamental, su ultimátum amenaza con desatar una crisis política de alto voltaje. La exigencia choca directamente con las normativas de la Unión Europea, que obligan a los Estados miembros a tramitar las solicitudes de asilo y a respetar los principios del derecho internacional humanitario.
No es la primera vez que la ultraderecha plantea condiciones extremas
Esta no es la primera vez que el líder ultraderechista plantea condiciones extremas para sostener su apoyo al Gobierno. En 2024, ya había presionado para aprobar una polémica “Ley de Emergencia” que buscaba suspender por dos años el derecho al asilo, sin necesidad de aval parlamentario. Aunque finalmente se diluyó en una versión más moderada, Wilders nunca ocultó su malestar por lo que considera una aplicación “lenta e insuficiente” de sus propuestas.
El gabinete esta dividido
El actual gabinete neerlandés está compuesto por cuatro partidos, entre ellos el PVV, que controla carteras clave como Asilo y Migración. No obstante, los otros socios —el Movimiento Campesino-Ciudadano, Nuevo Contrato Social y el conservador Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD)— han mostrado reticencias ante la deriva radical de Wilders, lo que complica el cumplimiento de sus últimas demandas.
Wilders es el defensor de la mano dura
La estrategia de Wilders parece buscar tensar la cuerda al máximo, consolidando su perfil como defensor de una “mano dura” contra la inmigración en Europa. Sus declaraciones recientes, donde aseguró que los Países Bajos están “detrás de Alemania e Italia” en políticas restrictivas, revelan una intención clara: liderar una nueva ola de políticas antimigratorias dentro del continente, a contracorriente de los compromisos europeos.
Las medidas comprometerian principios fundamentales del estado de derecho
El futuro del Gobierno neerlandés queda así en vilo. Si Wilders cumple su amenaza, la coalición podría tambalearse o verse obligada a ceder ante políticas que comprometen principios fundamentales del Estado de derecho. La decisión marcará no solo el rumbo interno de los Países Bajos, sino también el tono de la política migratoria europea en un contexto complicado tambien en otros paises europeos. .