Por Perspectiva Internacional
Belém do Pará, Brasil – noviembre de 2025.

COP30 en la Amazonia: los pueblos indígenas reclaman que la Tierra también los escuche
A pocos días de que comience la COP30, la primera Conferencia de Cambio Climático de la ONU que se celebrará en plena Amazonia, el mundo vuelve la mirada hacia los pueblos indígenas. En el discurso internacional son reconocidos como “guardianes de la Tierra”, pero en la práctica siguen enfrentando pobreza, abandono estatal, amenazas y un cambio climático que erosiona sus territorios y sus modos de vida.
Guardianes sin derechos: la deuda climática del mundo con los pueblos de la selva
Una reciente investigación coordinada por The Bureau of Investigative Journalism (TBIJ) recopiló las voces de cien indígenas que habitan en los bosques tropicales del planeta, más de setenta de ellos en la cuenca amazónica. El diagnóstico fue contundente: la mayoría siente que su calidad de vida ha empeorado desde el Acuerdo de París.
El bosque como vida, no como recurso
En la cosmovisión de los pueblos amazónicos, el bosque no es un espacio físico, sino parte de su propia existencia. “Para nosotros, el bosque es una familia, es una madre, un hermano, un padre”, resume Alessandra Korap Munduruku, líder del pueblo Munduruku en Brasil y ganadora del premio Goldman Environmental.
Los pueblos indígenas advierten: sin nosotros, el planeta pierde su equilibrio
La deforestación, el avance de la minería ilegal y el calentamiento global amenazan con convertir la selva en una sabana árida. Según los datos del informe, el 68% de los encuestados afirmó haber perdido capacidad para cazar, pescar o cultivar, pilares de su subsistencia. “¿Qué más tenemos que seguir sacrificando para que el norte global viva con dignidad mientras nuestra vida se vuelve más indigna?”, cuestiona Patricia Suárez Torres, del pueblo murui del Amazonas colombiano.
Salud, seguridad y territorio: la triple crisis
A los impactos ecológicos se suman carencias estructurales. Comunidades en Bolivia, Venezuela y Colombia denunciaron falta de acceso a la salud, incremento de enfermedades como tuberculosis o hipertensión y ausencia de centros médicos. En Venezuela, varios testimonios coincidieron en que deben llevar sus propios insumos al hospital.
Las amenazas no son solo climaticas
Las amenazas tampoco son solo climáticas: la violencia armada y la minería ilegal hacen de la Amazonia una de las regiones más peligrosas del planeta. En las zonas fronterizas de Colombia, Brasil, Perú y Ecuador operan al menos 17 grupos ilegales. “En la frontera es más difícil que se respeten nuestras estructuras de gobierno”, lamenta Deisy Escobar Piaguaje, del pueblo siona.
Del papel a la acción: derechos que no se cumplen
Aunque el discurso internacional celebra el rol indígena, los resultados muestran una contradicción profunda: más del 60% de los entrevistados aseguró que sus gobiernos no protegen sus derechos. En países como Perú e Indonesia, el descontento es casi total. En Brasil, la percepción es mixta: persisten “fuerzas antiindígenas” en el Congreso, pero también hay esperanza por el liderazgo de Sônia Guajajara, ministra de Pueblos Indígenas del gobierno de Lula da Silva.
La situacion en Colombia
En Colombia, donde la Constitución reconoce derechos colectivos y territoriales, los líderes destacan que el desafío es aplicarlos realmente. “Nuestros derechos están en el papel, pero falta camino para que se hagan efectivos”, explica Zuly Nayive Rivera, del pueblo nasa.
El debate global: guardianes o protagonistas
El lema de la ONU de que los pueblos indígenas son los “mejores guardianes de los bosques” genera sentimientos encontrados. Para muchos, se ha convertido en un eslogan vacío. “No somos la mascota de nadie”, afirma Wilfredo Tsamash Cabrera, desde Perú. Su compatriota Jamner Manihuari agrega: “No somos peones, somos los dueños de nuestro territorio”.
De guardianes a protagonistas: la Amazonia alza la voz en la COP30
Lo que reclaman no es reconocimiento simbólico, sino derechos territoriales plenos, financiamiento directo y respeto por sus conocimientos tradicionales. “Los pueblos indígenas tenemos la solución, pero no podemos solos. La responsabilidad debe recaer en quienes han causado esta crisis”, advierte Nardy Velasco Vargas, del pueblo chiquitano de Bolivia.
La oportunidad amazónica
La COP30 en Belém representa una oportunidad histórica para escuchar a quienes han protegido la selva por generaciones. “Esta vez es en la Amazonia, en un territorio sagrado. Si la COP aprende de los pueblos tradicionales, daremos un paso importante hacia una verdadera solución climática”, sostiene Maickson Pavulagem, líder amazónico brasileño.
La COP30 pone el foco en la Amazonia, pero ¿quién protege a quienes la habitan?
El reto está sobre la mesa: pasar del discurso a la acción. Que las promesas internacionales se traduzcan en territorios protegidos, derechos efectivos y respeto real por las culturas que sostienen el equilibrio del planeta.
