Perspectiva Internacional

🌎 Portazo trumpista a la lucha climática en vísperas de la COP30: Estados Unidos se desvincula del consenso global

Por Perspectiva Internacional


4 de noviembre de 2025

Trump rompe con la ONU y deja a la COP30 en crisis

A pocas semanas del inicio de la COP30 en Belém do Pará, el gobierno de Donald Trump ha vuelto a dinamitar los esfuerzos internacionales contra el cambio climático. Washington notificó oficialmente a la ONU su desvinculación del Informe sobre la Brecha de Emisiones, un documento clave para medir el avance (o el retroceso) en la lucha contra el calentamiento global.

Estados Unidos se aísla del mundo ante el calentamiento global

El gesto, más que simbólico, consolida el aislamiento climático de Estados Unidos, que ya se había retirado del Acuerdo de París en enero, apenas días después del regreso del republicano a la Casa Blanca. El país norteamericano —responsable del 11% de las emisiones globales y mayor contribuyente histórico al calentamiento del planeta— se desmarca así de cualquier mecanismo multilateral que pueda limitar su política energética o imponer costos ambientales a sus industrias.

“El resultado previsto sigue siendo el colapso”

El secretario general de la ONU, António Guterres, fue tajante al presentar el nuevo informe: “Con los compromisos actuales, el resultado previsto sigue siendo el colapso climático”. Las proyecciones apuntan a un calentamiento global de entre 2,3 y 2,5 grados para finales de siglo, muy por encima del límite de seguridad de 1,5 °C establecido en París.

EE. UU. se desentiende del clima: Washington bloquea acuerdos globales y amenaza con sanciones verdes

El Departamento de Estado, bajo la conducción del senador Marco Rubio, justificó su ruptura alegando que “los acuerdos internacionales sobre medio ambiente no deben ser una carga injusta para Estados Unidos”. Esa narrativa nacionalista ya fue usada por Trump en su primer mandato (2017–2021) y hoy reaparece con más fuerza, acompañada de amenazas comerciales: Washington advirtió con imponer aranceles y sanciones a los países que respalden un impuesto global al carbono para el transporte marítimo.

Una ofensiva populista en clave climática

El giro de Estados Unidos no es un hecho aislado, sino parte de un avance global de los populismos conservadores que cuestionan el multilateralismo ambiental. Mientras las consecuencias del calentamiento se vuelven más evidentes —sequías, inundaciones, incendios y crisis alimentarias—, la política climática internacional sufre un retroceso estructural.

Nivel alarmante de cumplimiento del Acuerdo de Paris

Aunque ningún otro país ha abandonado el Acuerdo de París, el nivel de cumplimiento es alarmantemente bajo: solo 60 naciones han presentado sus nuevos compromisos de reducción de emisiones (NDC) para 2035, menos de un tercio del total. Sin la participación de Washington, las proyecciones de reducción global caen del 15% al 11%, muy lejos del 35–55% requerido para frenar la emergencia climática.

La ONU advierte: “Todavía hay alternativas”

Desde el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen recordó que los gobiernos “han tenido tres oportunidades de cumplir las promesas del Acuerdo de París y han fallado en todas”. Sin embargo, tanto ella como Guterres insistieron en que las soluciones existen: acelerar la expansión de las energías renovables, multiplicar la inversión en adaptación y garantizar financiamiento para los países del Sur Global.

“El futuro todavía depende de nuestras decisiones políticas y económicas”, advirtió Guterres. “Las energías renovables están reescribiendo las reglas del juego, pero necesitamos voluntad política para dar el salto definitivo”.

Una cumbre en la Amazonia con sabor a urgencia

El contexto no podría ser más desafiante. La COP30, que se celebrará en la ciudad brasileña de Belém, debía marcar una nueva etapa de compromiso global. Pero la retirada de Estados Unidos amenaza con desarticular los consensos previos y debilitar el liderazgo climático internacional.

La COP30 en riesgo: el trumpismo pone en jaque la lucha climática mundial

Mientras tanto, América Latina —particularmente Brasil— busca posicionarse como actor clave en la transición energética y la defensa de la Amazonia, el principal pulmón del planeta. Sin embargo, sin el apoyo financiero y político de Washington, el margen de acción se reduce.

El resultado previsto sigue siendo el colapso

Trump ha dejado claro que su prioridad no es el clima, sino los intereses económicos inmediatos de su país. El resto del mundo, mientras tanto, se enfrenta a una disyuntiva existencial: asumir colectivamente la responsabilidad del calentamiento o resignarse al “colapso” que Naciones Unidas ya considera inevitable si no hay un cambio de rumbo.