Tensión en la Frontera Estonio-Rusa
En un nuevo episodio de tensiones en la frontera entre Estonia y Rusia, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha calificado de “inaceptable” la retirada de boyas fronterizas estonias en el río Narva. Este incidente se enmarca dentro de un contexto más amplio de provocaciones y acciones híbridas atribuidas a Rusia, según Borrell.
Un Acto Provocador en la Frontera?
La Guardia Fronteriza de Estonia descubrió el jueves pasado que sus homólogos rusos habían retirado 25 de las 50 boyas desplegadas en el río Narva. Estas boyas, esenciales para evitar que embarcaciones crucen accidentalmente la frontera, forman parte de la señalización fronteriza estonio-rusa que también marca los límites orientales de la UE y la OTAN.
Borrell ha exigido una explicación inmediata de Moscú y la restitución de las boyas, subrayando que este acto es parte de un “patrón más amplio de comportamiento provocador” por parte de Rusia.
La Respuesta de Estonia
Estonia ha respondido con calma pero firmeza a la retirada de las boyas. Egert Belitšev, director general de la Guardia de Fronteras de Estonia, declaró que esta acción rusa es una provocación, pero que Estonia optó por no tomar medidas adicionales para evitar una escalada del conflicto. Belitšev explicó que, debido a los cambios en el lecho del río, la señalización marítima se revisa anualmente. El año pasado, Rusia había expresado desacuerdos con la ubicación de varias boyas estonias, algunas de las cuales han sido ahora retiradas.
Antecedentes y Contexto
Durante décadas, Estonia y Rusia han cooperado en la instalación de boyas en el río Narva y el lago Peipus para marcar la frontera y evitar errores de navegación. Sin embargo, este año, tras un acuerdo en 2022, Estonia decidió desplegar las boyas necesarias para la temporada de verano, siendo 25 de ellas eliminadas por Rusia diez días después.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Estonia convocó al jefe adjunto de la misión rusa para expresar su indignación. La ministra de Relaciones Exteriores, Margus Tsahnna, calificó las acciones rusas de “provocativas e inaceptables”, trazando paralelismos con incidentes recientes en el Mar Báltico.
La Posición de Rusia
Por su parte, el gobierno ruso ha minimizado el incidente. Un portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró que la retirada de las boyas no tiene implicaciones políticas y que no hay intención de cambiar las fronteras o las aguas territoriales rusas.
Conclusión
Este incidente en el río Narva refleja las continuas tensiones en la región báltica y la complejidad de las relaciones fronterizas entre Estonia y Rusia. Mientras la UE condena las acciones rusas, Estonia busca una respuesta medida para evitar una mayor escalada, subrayando la delicada balanza entre firmeza y prudencia en la política internacional actual.