Perspectiva Internacional

Trump intensifica su guerra comercial

Un terremoto para la economía mundial

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto en marcha una nueva ronda de aranceles que promete ser la mayor ofensiva de su guerra comercial. Bautizada como “The Big One”, esta medida será anunciada el 2 de abril y amenaza con alterar drásticamente el comercio global. Con consecuencias impredecibles, los principales socios comerciales de Estados Unidos, incluidos la Unión Europea, China, México, Canadá, Japón, India y Corea del Sur, esperan con incertidumbre los efectos de esta política.


Un giro radical en el orden económico global

Los nuevos aranceles de Trump desafían las normas establecidas tras la Segunda Guerra Mundial con los acuerdos de Bretton Woods. La aplicación de barreras comerciales de esta magnitud no se veía desde la década de 1930, cuando el proteccionismo contribuyó a agravar la Gran Depresión. Con represalias inevitables por parte de los países afectados, se prevé una ralentización del crecimiento económico y un aumento de la inflación, lo que podría traducirse también en mayores tensiones geopolíticas.


La narrativa proteccionista


Trump ha denominado este 2 de abril como el “Día de la Liberación”, insistiendo en que Estados Unidos ha sido “estafado” por décadas y que es momento de recuperar su “dinero y respeto”. En su narrativa proteccionista, el presidente compara la situación actual con el siglo XIX, cuando los aranceles eran altos y la economía estadounidense florecía. Algunos de sus aliados incluso han sugerido convertir esta fecha en un día festivo en honor al cambio de paradigma económico que pretende instaurar.


Aranceles “recíprocos”: una estrategia de presión


La estrategia comercial de Trump se centra en los llamados aranceles “recíprocos”, aunque en realidad no reflejan una equivalencia directa con los impuestos que otros países aplican a los productos estadounidenses. Pese a las promesas de “indulgencia”, los anuncios oficiales indicarán tarifas para casi todos los países con los que Estados Unidos tiene un déficit comercial. Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, estos aranceles podrían ser revisados en función de acuerdos prenegociados, pero algunos de los “15 sucios” —como los ha llamado el gobierno— podrían enfrentarse a sanciones inmediatas.


Cada uno de los actores evalua su estrategia


Los principales objetivos incluyen China, la Unión Europea, México, Japón, Corea del Sur, India y Canadá, entre otros. Cada uno de estos actores evalúa su estrategia, ya sea a través de represalias comerciales o negociaciones diplomáticas para reducir el impacto de las medidas.


Impacto económico y reacciones globales


El efecto de los aranceles de Trump sobre la economía estadounidense ya se hace sentir. La Reserva Federal ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento y aumentado las de inflación. Los mercados también han reaccionado negativamente, y el índice de sentimiento del consumidor en EE.UU. ha caído a niveles no vistos desde 2022. Analistas de Oxford Economics prevén que la incertidumbre generada por estas políticas impactará en la inversión empresarial, afectando el crecimiento a mediano y largo plazo.


Las medidas generan una reevaluacion de las relaciones globales


Las medidas proteccionistas de Trump también han llevado a una reevaluación de las relaciones comerciales globales. Con el riesgo de una escalada de tensiones, muchos países buscan reforzar acuerdos regionales para minimizar su dependencia de Estados Unidos. La Unión Europea, por ejemplo, podría fortalecer sus lazos con Asia y América Latina, mientras que China podría acelerar sus estrategias de autosuficiencia industrial.


No queda claro cuales serian los beneficios para la economia nacional


A pesar del discurso de Trump, los efectos finales de estos aranceles podrían ser contradictorios. Si bien el presidente espera generar ingresos sustanciales y fomentar la producción nacional, los costos elevados de la reubicación industrial podrían llevar a muchas empresas a absorber los aranceles en lugar de trasladar la producción a EE.UU. Esto podría traducirse en precios más altos para los consumidores sin beneficios claros para la economía nacional.


Un futuro incierto para el comercio global


La estrategia comercial de Trump marca un punto de inflexión en el comercio global. Con el mundo en vilo ante las medidas del 2 de abril, la incertidumbre reina en los mercados y en las relaciones internacionales. Si bien es posible que algunas naciones busquen negociar con Washington, muchas otras podrían optar por estrategias de represalia, iniciando una nueva era de proteccionismo y disputas comerciales.
El impacto real de esta “gran sacudida” comercial aún está por verse, pero lo que es seguro es que el 2 de abril podría marcar un antes y un después en la economía mundial.