
Por Perspectiva Internacional
la nueva geopolítica bajo nuestros pies
En el tablero de poder global, los ejércitos ya no se mueven solo por petróleo o territorios estratégicos. Hoy, el nuevo campo de batalla está bajo tierra y se libra por minerales críticos. Litio, cobalto, níquel, tierras raras: estos elementos que antes pasaban desapercibidos hoy son codiciados como nunca, porque de ellos depende la transición energética, la digitalización y la carrera tecnológica del siglo XXI.
El sur global con papel central
El reciente informe se puso el foco sobre un fenómeno que ya no es solo económico o ambiental, sino eminentemente político. Las grandes potencias —Estados Unidos, China, la Unión Europea— compiten abiertamente por el acceso, control y procesamiento de estos recursos clave. Y en esa competencia, el Sur Global, incluyendo a América Latina y África, juega un papel central… aunque no siempre con las reglas a su favor.
China se consolida como el mayor procesador de minerales criticos
China ha tomado la delantera. A través de inversiones estratégicas y control de las cadenas de suministro, ha logrado consolidarse como el mayor procesador de minerales críticos del mundo. Frente a ello, Estados Unidos y sus aliados intentan reconfigurar sus dependencias. Pero sus esfuerzos llegan tarde y se topan con un dilema: cómo asegurar el abastecimiento sin repetir los errores del extractivismo colonial.
Podran los paises poseedores desarrollar politicas de aprovechamiento integral
Este panorama plantea preguntas incómodas para los países poseedores de estos minerales. ¿Será posible aprovechar esta demanda global para desarrollar industrias locales y tecnologías propias? ¿O se repetirá el viejo patrón de extracción sin valor agregado, con impactos ambientales y sociales devastadores?
Triangulo del litio ejemplo paradigmatico
La región andina, el llamado “triángulo del litio”, ofrece un ejemplo paradigmático. Argentina, Chile y Bolivia tienen una oportunidad histórica para negociar con soberanía, pero también enfrentan presiones crecientes —tanto externas como internas— que podrían convertir esta oportunidad en una nueva forma de dependencia.
La lucha no es solo por recursos es por modelos de desarrollo
En definitiva, la disputa por los minerales críticos no es solo una lucha por recursos: es una lucha por modelos de desarrollo. ¿A quién beneficiará esta nueva fiebre minera? ¿Serán los países extractores simples proveedores de materias primas, o protagonistas de una transición justa?
Mientras las respuestas siguen en disputa, algo es seguro: el futuro se está excavando hoy.