
Por Perspectiva Internacional
Profundizacion del simbolismo geopolitico en el Vaticano
La elección de Robert Francis Prevost como Papa León XIV marca un giro interesante en la política interna del Vaticano, pero también en el simbolismo geopolítico de la Iglesia católica. Aunque nacido en Chicago, su corazón —y su historia— pertenecen al Perú. El nuevo pontífice no solo pasó más de veinte años en tierras andinas, sino que moldeó su vocación y visión pastoral entre la pobreza rural, las crisis políticas y los abusos de poder que marcaron al país durante décadas. Para muchos peruanos, no hay duda: León XIV es tan peruano como norteamericano.
Cercano, pragmatico y pastoral
Prevost aterrizó en Perú en 1985 como un joven agustino, enviado a Churucanas, un pueblo olvidado del norte rural. Allí aprendió quechua, se subía a caballo para visitar comunidades aisladas y compartía la mesa con campesinos bajo techos de caña. No era un teólogo de salón. Su perfil era el de un cura austero, de acciones discretas y convicciones profundas. Lo que aprendió allí definió el tipo de liderazgo que ahora promete desde Roma: cercano, pragmático y pastoral.
Figura clave del ala reformista de la iglesia
Durante los diez años más intensos de la dictadura de Fujimori, Prevost no dudó en exigir disculpas a las víctimas del autoritarismo. Pero su coraje no fue solo político. Fue uno de los pocos obispos que escuchó a las víctimas del Sodalicio —una poderosa y encubridora congregación ultraconservadora peruana— y llevó sus denuncias al Papa Francisco. Ese gesto, en un contexto de cobardía episcopal, lo transformó en una figura clave del ala reformista de la Iglesia.
Obispo de Chiclayo
Su regreso a Perú en 2014 como obispo de Chiclayo y luego como vicepresidente de la Conferencia Episcopal consolidó su figura como el motor de un cambio silencioso dentro del clero peruano. Enfrentó a sectores ligados al Opus Dei que controlaban la jerarquía eclesial, sin romper, pero tampoco cediendo. Su habilidad conciliadora, según quienes lo conocen, fue clave para avanzar con firmeza en el proceso de renovación impulsado por el Vaticano.
Prudente, que sabe cuando actuar
La política de Prevost, sin embargo, no es partidaria ni ruidosa. Se mueve con diplomacia y entiende el poder desde una dimensión comunitaria. “Siempre me dijo que no desaprovechara ningún evento al que me invitasen, que hablara con los alcaldes”, recuerda monseñor Cornejo, su sucesor en Chiclayo. “Era prudente, pero sabía cuándo actuar”.
Compromiso social, escucha activa y defensa de los vulnerables
Hoy, con el nombre de León XIV, asume el liderazgo de la Iglesia universal con una mochila cargada de experiencia latinoamericana. La suya es una biografía profundamente política, pero anclada en el compromiso social, la escucha activa y la defensa de los más vulnerables. No es casual que, en su primer discurso como Papa, haya enfatizado el valor del “pueblo que enseña con su dolor”.
Una iglesia menos clerical, mas humana y mas prresente
Perú, un país golpeado por crisis institucionales y escándalos religiosos, ahora ve en León XIV un símbolo de esperanza. Para muchos, su elección no es solo un gesto del Espíritu Santo, sino también una jugada de Francisco para consolidar su legado en América Latina: una Iglesia menos clerical, más humana, más presente.
Se forjo entre caballos y maletines un Papa de los margenes
Y si bien Roma es su sede, su alma parece seguir en los pueblos del norte peruano, donde alguna vez, entre caballos y maletines, se forjó este Papa de los márgenes.