Perspectiva Internacional

La tensión entre Francia y Mercosur

implicancias para Argentina y la región

La oposición al acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y los países de Mercosur ha adquirido un carácter casi unánime en el panorama político de Francia, con el presidente Emmanuel Macron liderando la resistencia. Este tratado, que busca crear una de las mayores áreas de libre comercio del mundo, se enfrenta a fuertes objeciones por parte de los agricultores franceses y una Asamblea Nacional profundamente dividida por la crisis política interna del país.

Escenario politico altamente fragmentado

El contexto político en Francia ha jugado un papel crucial en esta postura. Desde que Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones anticipadas en junio, el rechazo al acuerdo ha servido como un punto de convergencia en un escenario político altamente fragmentado. En una rara muestra de unidad, 484 de los 577 legisladores votaron recientemente contra el tratado. Según Macron, el acuerdo en su forma actual es “inaceptable”, una posición que también refleja el descontento generalizado con su liderazgo.

Los agricultores franceses, en pie de guerra

El sector agrícola francés ha sido el principal foco de resistencia al acuerdo, argumentando que los productos latinoamericanos representan una competencia desleal. Aunque el tratado incluye contingentes para productos sensibles como carne de vacuno y aves de corral, los agricultores franceses temen una inundación de importaciones a precios inferiores a los europeos. Sin embargo, según expertos como Aslak Berg, del Centro para la Reforma Europea, algunos sectores, como el vinícola y el lácteo franceses, podrían beneficiarse significativamente de la apertura de mercados sudamericanos.

Implicancias para Argentina y Mercosur

Para Argentina, el acuerdo con la UE representa una oportunidad estratégica en un momento de necesidad de diversificar exportaciones y atraer inversiones. El acceso preferencial al mercado europeo podría potenciar las exportaciones agrícolas y, en menor medida, industriales. Sin embargo, la oposición de Francia y otros países, como Italia, Polonia e Irlanda, amenaza con retrasar o incluso bloquear la ratificación del acuerdo.

Choque de prioridades

La resistencia de estos países pone de manifiesto un choque de prioridades: mientras Mercosur busca ampliar mercados para sus productos, sectores europeos priorizan la protección de sus economías locales. Además, el acuerdo incluye compromisos medioambientales, como la incorporación del tratado de la COP de París como “elemento esencial”, lo que podría generar fricciones adicionales si se perciben incumplimientos por alguna de las partes.

Una dimensión europea

Más allá de Francia, otros Estados miembros de la UE también han expresado reservas. Italia, por ejemplo, condiciona su apoyo a la incorporación de mayores garantías para los agricultores, mientras que Polonia se ha posicionado abiertamente en contra del acuerdo. En este contexto, el tratado necesita ser aprobado por el Consejo de la Unión Europea, donde una minoría de bloqueo que represente al 35% de la población podría detener su avance.

Paises que buscan reafirmar su capacidad de influencia

Según Eric Maurice, del European Policy Center, la oposición al acuerdo también refleja una dimensión política más amplia. Los Estados miembros, incluida Francia, buscan reafirmar su capacidad de influencia en las decisiones de política comercial de la UE.

Obstaculo para la integracion economica

El rechazo al acuerdo Mercosur-UE por parte de Francia y otros países europeos representa un obstáculo significativo para la integración económica entre ambas regiones. Para Argentina, este contexto subraya la importancia de diversificar sus alianzas comerciales y promover un diálogo constructivo que aborde las preocupaciones europeas sin sacrificar los beneficios potenciales del acuerdo. En un momento de tensiones geopolíticas y reconfiguración de alianzas globales, el desenlace de este tratado podría tener implicancias duraderas tanto para Mercosur como para la UE.