Suecia enfrenta tensiones crecientes en su seguridad nacional debido a una crisis multifacética que incluye la quema del Corán y un alarmante aumento de la violencia y el narcotráfico. Estos problemas han expuesto debilidades estructurales en la sociedad sueca y han complicado su posición en la escena internacional.
El impacto de las quemas del Corán
Uno de los principales focos de preocupación en este momento son las quemas del Corán realizadas en territorio sueco, que han desencadenado fuertes protestas en varios países musulmanes y han aumentado las amenazas de ataques terroristas. Suecia elevó su nivel de amenaza terrorista a 4 de 5, describiéndola como “alta”, lo que marca uno de los niveles más altos desde 2010 (POLITICO). Este incremento en la amenaza ha llevado a las autoridades a reforzar las medidas de seguridad, incluyendo controles fronterizos más estrictos y mayor vigilancia interna (POLITICO).
Crisis estructural y aumento de la violencia
En realidad, se trata de la manifestación de una profunda crisis estructural. El crimen organizado y la drogadicción han hecho tambalear a la sociedad sueca en los últimos diez años. Algunos datos generan alarma: por ejemplo, el país ha pasado del puesto 14 en 2013 al segundo en muertes con arma por cada 100,000 habitantes en 2023, solo superado por Albania. Se estima que existen al menos 84 bandas de narcotráfico en Suecia, importando entre 100 y 150 toneladas de drogas anualmente, una cifra diez veces mayor a lo previamente calculado por la policía (VICE). Esta situación ha provocado que la violencia de las pandillas suecas se extienda incluso a otros países europeos (VICE).
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Reacción del gobierno sueco
El gobierno sueco ha reaccionado con algunas medidas preventivas, como el refuerzo de los controles fronterizos y el aumento de la vigilancia interna, con la intención de mitigar el riesgo de que personas conectadas con organizaciones terroristas y vinculadas al narcotráfico ingresen al país con intenciones delictivas. Según el primer ministro Ulf Kristersson, Suecia ha pasado de ser un objetivo legítimo para el terrorismo a uno prioritario (POLITICO).
Repercusiones internacionales
Las tensiones no solo han crecido a nivel nacional, sino también internacionalmente. La quema del Corán ha sido condenada por países musulmanes y por organizaciones como la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), que ha llamado a tomar medidas contra Suecia. Más allá de la presión internacional, el gobierno sueco respondió con una enfática defensa de la libertad de expresión, aunque ha llamado a un uso responsable de la misma.
Ingreso de Suecia en la OTAN y su complejidad
Esta crisis de seguridad también ha coincidido con el reciente ingreso de Suecia en la OTAN, lo que ha añadido otra capa de complejidad a su política exterior y de defensa. Las autoridades han señalado que, aunque la situación es grave, Suecia no modificará sus principios fundamentales ante las críticas externas.
El factor socioeconómico y la desigualdad en Suecia
Observadores políticos europeos han coincidido en que el factor socioeconómico es el principal indicador de riesgo, en virtud de que la desigualdad económica se ha disparado desde los años 80. El estado de bienestar que caracterizó a Suecia tiene cada vez más dificultades para resolver los problemas de los sectores más desfavorecidos.
Conclusión: Un deterioro social profundo
Por supuesto, los números preocupan y asustan a los suecos, pero son la consecuencia de un deterioro social importante. Las razones de este fenómeno son muy profundas, amplias e interconectadas, y han provocado que la sociedad sueca haya cambiado bruscamente, poniendo en superficie los problemas que hoy enfrenta