Por Perspectiva Internacional

Estados Unidos, 12 de diciembre de 2025
Estados Unidos abre el debate más duro en décadas: un proyecto de ley busca dejar la OTAN
La política exterior estadounidense vuelve a sacudirse. Un nuevo proyecto de ley presentado en el Congreso busca retirar a Estados Unidos de la OTAN, marcando un giro drástico en la arquitectura de seguridad global que ha regido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La alianza más importante de Occidente en riesgo: Massie activa la ofensiva para sacar a EE. UU. de la OTAN
La iniciativa fue introducida en la Cámara de Representantes por el congresista republicano Thomas Massie, un legislador cercano a la línea más aislacionista del Partido Republicano. Su propuesta —registrada como HR 6508 y bautizada simbólicamente como “Ley de Organizaciones No Fiables”, o simplemente “Ley de la OTAN”— exige que el presidente notifique formalmente la salida estadounidense de la Alianza Atlántica en un plazo máximo de 30 días desde su entrada en vigor.
Un argumento alineado con la visión de Donald Trump
Massie sostiene que la OTAN es una “reliquia de la Guerra Fría”. Recuerda que fue creada para contrarrestar a la Unión Soviética, desaparecida hace más de tres décadas, por lo que —según él— ya no cumple un propósito esencial para la seguridad nacional. A esto suma el costo económico: “la participación estadounidense ha costado billones de dólares y sigue exponiendo al país a intervenir en guerras extranjeras”, afirma el congresista.
Europa en vilo: el trumpismo impulsa la salida de EE. UU. de la OTAN
El planteo encaja con la nueva Estrategia de Seguridad Nacional impulsada por Donald Trump, que prioriza los asuntos internos y rechaza gastar recursos en aliados que, según la Casa Blanca, no asumen sus compromisos. Antes de llegar a la presidencia, Trump ya había amenazado con abandonar la OTAN si los miembros europeos no elevaban su gasto militar —no al histórico umbral del 2%, sino al 5% del PIB, una cifra inédita en el debate atlántico.
Una ofensiva legislativa más amplia
Massie no está solo. En el Senado, el republicano Mike Lee presentó previamente un proyecto similar (S.2174), lo que indica que existe una corriente organizada dentro del Congreso que impulsa un retraimiento estadounidense del sistema de alianzas globales.
Ambas iniciativas cuestionan un principio central de la política exterior de Washington desde 1949: la idea de que la seguridad de Estados Unidos está vinculada a la estabilidad y defensa colectivas de Europa.
Implicancias globales y preocupación en Europa
Aunque aún no se conoce la posición oficial de la administración Trump sobre estos proyectos, el debate resuena con fuerza en las capitales europeas. Líderes como Mark Rutte, Ursula von der Leyen y Kaja Kallas —partidarios de una OTAN robusta y con mayor autonomía estratégica— observan la situación con creciente inquietud.
Un golpe al orden global: el Congreso de EE. UU. debate la retirada de la OTAN
La sola presentación del proyecto alimenta la percepción de que Washington podría romper con una alianza que ha sido el pilar occidental durante 75 años. Para Europa, un eventual retiro estadounidense significaría replantear de raíz la seguridad continental frente a Rusia, redefinir el equilibrio militar global y, probablemente, acelerar iniciativas de defensa europea autónoma.
Un síntoma del giro geopolítico estadounidense
Más allá de su destino legislativo, la iniciativa revela un cambio profundo en el debate político estadounidense: el cuestionamiento a las alianzas internacionales ya no es una postura marginal, sino una corriente con representación institucional.
¿Fin de la alianza occidental? Estados Unidos evalúa formalmente su salida de la OTAN
El aislamiento estratégico, que históricamente aparecía en momentos de crisis, vuelve a emerger en un contexto marcado por el repliegue global, la competencia con China y la creciente polarización interna en Estados Unidos.
Para el resto del mundo, el mensaje es claro: la continuidad de la OTAN como la hemos conocido ya no puede darse por sentada.



