“El Salvador de Nayib Bukele: Un centro tecnológico regional” de Luis Verdi se centra en el ambicioso plan del presidente salvadoreño para transformar a su país en un polo tecnológico en colaboración con Google. Este acuerdo se complementa con la reciente aprobación de la Ley para la Modernización Digital del Estado y busca implementar tecnologías como la inteligencia artificial y la nube para mejorar los servicios públicos, especialmente en educación y salud.
En agosto de 2023 el gobierno de El Salvador firmó un acuerdo con Google. Unas semanas más tarde la Asamblea Legislativa aprobaba la Ley para la Modernización Digital del Estado, que ha facilitado la ejecución de dicho acuerdo estratégico para la digitalización de servicios gubernamentales y mejorar el sistema educativo y los servicios de salud pública y, en abril pasado, Google inauguraba sus imponentes oficinas en la capital salvadoreña.
El plan diseñado por el presidente Nayib Bukele junto con la empresa tecnológica busca convertir en siete años a El Salvador en un centro tecnológico regional. Google Cloud y el gobierno de El Salvador ya están trabajando juntos para poner las tecnologías de la nube en el centro del esfuerzo de modernización del país.
Según informó presidente de Google Cloud para Latinoamérica, Eduardo López, la empresa está trabajando con el gobierno salvadoreño en el desarrollo de ecosistemas digitales simples para importación, exportación y registro sanitario. Los próximos pasos serán crear plataformas que permitan la interoperabilidad entre instituciones y mejorar la atención ciudadana a través de la digitalización.
En materia de salud, el acuerdo incluye el uso de inteligencia artificial para que los médicos tengan acceso a información de los pacientes en tiempo real y el apoyo a la educación arrancó en 2020 con la entrega de cuentas de Google Workspace for Education Plus, que incorpora también inteligencia artificial para la personalización del aprendizaje. Y se distribuirán 900.000 chromebooks, computadoras portátiles con el sistema operativo desarrollado por Google para los alumnos de cuarto grado.
En el acto de inauguración de las oficinas de Google, el presidente Bukele afirmó que “no hay ningún niño en el país que no esté trabajando con Google Classroom en el sistema educativo“.
Es necesario conocer el contexto de este acuerdo para comprender la trascendencia del mismo. Se hace preciso conocer la realidad salvadoreña, el proceso que viene viviendo desde hace un quinquenio, sus condiciones poblacionales, económicas, sociales y, desde ya, políticas.
El fenómeno Nayib
Hace sólo cinco años, poco se conocía del llamado “Pulgarcito de América”. Es el país más pequeño del continente, con una superficie menor que la de la Provincia de Tucumán; con poco más de seis millones de habitantes en suelo salvadoreño y un poco más de tres millones en el exilio. El primer ingreso de divisas lo constituyen las remesas de la diáspora, que rondan el 20% del producto bruto. Es un país con mucha pobreza y atraso, fruto de décadas de gobiernos alineados con una oligarquía que domina el país desde siempre. Exporta caña de azúcar, café, productos textiles y no mucho más. Importa más de la mitad de los productos básicos que consume. Y ha sido siempre, junto a sus vecinos, parte del “patrio trasero” de los EEUU, y el país más cruento, con mayor nivel de asesinatos del mundo.
Siempre…. hasta junio de 2019, en que asumió Nayib Bukele su primer mandato presidencial y puso en marcha un proceso inédito de transformación cultural, social, económico y político. Este proceso, por su gran impacto en el pueblo salvadoreño dio a luz a la figura más apreciada de la política mundial. Es hoy, cuando está empezando su segundo mandato de cinco años, el presidente con imagen más alta a nivel planetario.
La imagen positiva del 90% de Bukele no es fruto, tan solo, de su capacidad comunicacional y su trabajo en las redes. Básicamente se asienta en los aciertos de su gestión. Durante la pandemia de Covid 19 El Salvador fue el país con menor número de casos y de muertes en toda América Central. Eso lo logró el gobierno de Bukele por sus medidas de prevención y control, a pesar de que la Asamblea Legislativa le impidió imponer por ley la restricción de los movimientos de la población. Se proveyó de vacunas para todos los salvadoreños y hasta pudo asistir a algunos municipios guatemaltecos que no contaban con vacunas. Los que fueron diagnosticados con Covid con confinamiento domiciliario– aun los extranjeros – recibían un kit de medicinas en la puerta de su casa en forma gratuita.
Pero el mayor éxito de la gestión bukeliana dio comienzo después de la pandemia: la guerra contra las maras, a través del Plan de Control Territorial que comenzó a aplicarse en plenitud a fines de marzo y comienzos de abril de 2022, con la puesta en vigencia de la ley que decretó el Estado de Excepción, que se ha ido renovando desde entonces cada 30 días. Fue la respuesta inmediata al aumento de los crímenes cometidos por las pandillas entre el 25 y 27 de marzo de aquél año, lapso en el que hubo 87 asesinatos.
El inmenso despliegue de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional Civil le permitió al gobierno, en poco tiempo, desmantelar gran parte de las organizaciones terroristas, encarcelar decenas de miles de mareros. Actualmente son alrededor de ochenta mil los presos que sobresaturan la capacidad de las cárceles del país.
Asi, la población ha logrado lo que deseó durante décadas: libertad y seguridad. Libertad para trabajar y desplazarse sin tener que temer por su vida y sin tener que pagar renta a las maras para poder entrar y salir de sus barrios y para trabajar. Hoy, El Salvador es el país con menor cantidad de violencia y asesinatos de toda América.
Sin embargo, a pesar de que el 90 % de los salvadoreños apoyan a Nayib y a su gobierno, la oposición, ONG´s financiadas por capitales norteamericanos, organizaciones internacionales de derechos humanos, etc., cuestionan su política de seguridad y lo califican de dictador. Pero nunca han respondido cuando algunos intelectuales salvadoreños los han descalificado porque nunca se expresaron en defensa de los derechos humanos cuando las maras asesinaban decenas de miles de personas.
El derecho humano esencial es el derecho a la vida y éste recién es defendido y garantizado por el gobierno de Nayib Bukele.
Un cambio de paradigma
El reconocimiento de la población a la labor de Nayib se puso en evidencia en el resultado electoral que le posibilitó la reelección: obtuvo el 84,6% de los votos y los dos partidos tradicionales de izquierda y de derecha, juntos, no llegaron al 12%.
“Ahora que arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes que nos quedan, empezando por la economía”, dijo Bukele en su discurso de asunción, el pasado 1 de junio. Y puso de manifiesto así la prioridad de su gobierno para los próximos cinco años.
La nueva realidad de un país seguro ha determinado el crecimiento exponencial de turistas en 2023 y en el presente año. El aumento del flujo del turismo en este tiempo ha sido de casi el 40%. Se han incrementado las inversiones de salvadoreños que residen en el exterior y de empresas de otros países relacionadas con el turismo.
A su vez, la apuesta mayor de este nuevo mandato es el desarrollo de las nuevas tecnologías y el objetivo de posicionar a El Salvador como un centro regional para producir un crecimiento económico capaz de cambiar la realidad del país.
“No estamos solamente cambiando un país, estamos cambiando un paradigma”, explicó en el transcurso del discurso..…Poco a poco, empezamos a crear algo mucho más significativo: un espejo donde toda Latinoamérica se ve ahora”. Si es Argentina la que mira el espejo, quizá no se observe a sí misma como Estado nacional firmando acuerdos con Google, porque nuestro país ya cuenta con un desarrollo científico y tecnológico previo. Pero tal vez pueda apreciar la sabiduría que subyace en esta estrategia, que consiste en transformar las debilidades de un pueblo en fortalezas.