Gira Latinoamericana
El dirigente opositor venezolano Edmundo González Urrutia ha iniciado una gira por Latinoamérica con el objetivo de presionar contra la toma de posesión de Nicolás Maduro, prevista para el 10 de enero. En un contexto marcado por denuncias de fraude electoral y una profunda crisis política, la gira busca movilizar apoyos internacionales y visibilizar la causa opositora.
Un pulso por la legitimidad presidencial
La gira de González Urrutia incluye reuniones clave con líderes de Argentina, Uruguay y República Dominicana, y posiblemente con autoridades de Chile, Panamá y Estados Unidos. En Buenos Aires, el dirigente fue recibido por el presidente argentino Javier Milei y se reunio con la comunidad venezolana radicada en el país. En Montevideo, su encuentro fue con el presidente Luis Lacalle Pou y refuerza la alianza de los países que reconocen su victoria en las elecciones del 28 de julio, en las que, según actas opositoras, obtuvo un triunfo contundente. Anuncio que desde Montevideo partira hacia Estados Unidos.
Desafio a la narrativa Venezolana
Esta gira no solo desafía la narrativa del chavismo, sino que también subraya el respaldo de la comunidad internacional a la oposición venezolana. Estados Unidos, a través de su secretario de Estado, Antony Blinken, reafirmó recientemente su apoyo a la “restauración pacífica de la democracia en Venezuela” en una conversación telefónica con González Urrutia y la líder opositora María Corina Machado.
El regreso a Caracas
El retorno de González Urrutia a Caracas el 10 de enero será un momento decisivo. Bajo amenaza de arresto por parte del gobierno de Nicolas Maduro, que ha reactivado una orden de captura en su contra por presuntos delitos como conspiración y usurpación de funciones, su llegada podría escalar las tensiones en un país profundamente polarizado. El chavismo, por su parte, ha desplegado un dispositivo de seguridad para garantizar la investidura de Maduro en el Palacio Legislativo.
Maria Corina Machado
Desde la clandestinidad, María Corina Machado también ha llamado a los venezolanos a movilizarse en las calles, a pesar de la represion. Esta estrategia busca mantener la presión tanto a nivel interno como externo y plantea un desafío directo al régimen.
Un escenario de incertidumbre
La gira de González Urrutia y su eventual regreso a Venezuela representan un nuevo capítulo en la prolongada crisis política del país. Con la comunidad internacional dividida y el gobierno de Venezuela afianzando su control, el desenlace de este episodio es incierto. Sin embargo, lo que está claro es que la oposición no ha renunciado a su lucha , y que la fecha del 10 de enero podría marcar un punto de inflexión en el futuro de Venezuela.
