
Merz y el SPD sellan una coalición frente a la tormenta internacional
En un momento de alta tensión global, Alemania ha optado por la estabilidad. Los democristianos de Friedrich Merz (CDU/CSU) y los socialdemócratas del SPD han llegado a un histórico acuerdo de coalición que permitirá la investidura de un nuevo canciller y el retorno de un gobierno operativo en la principal potencia europea.
Se reflota una formula que parecia agotada
Se trata de la quinta gran coalición entre ambas fuerzas desde la posguerra, una fórmula que en otros tiempos habría parecido agotada, pero que hoy se presenta como un dique de contención ante una extrema derecha en ascenso —con la AfD como segunda fuerza— y un escenario internacional impredecible marcado por el regreso de Donald Trump a la presidencia de EE. UU.
Un pacto bajo presión global
El entendimiento entre Merz y el copresidente socialdemócrata Lars Klingbeil no es solo un acuerdo doméstico: es una respuesta urgente a la presión que ejerce el contexto internacional. Las nuevas políticas comerciales de Trump, que ya han impuesto aranceles que afectan gravemente a las exportaciones alemanas, amenazan con profundizar la recesión que arrastra el país desde hace dos años.
En el centro del programa inversion en defensa
A esto se suma el deterioro de la alianza transatlántica y la creciente incertidumbre sobre la protección militar estadounidense en Europa, especialmente ante la amenaza rusa en el Este. Por ello, la nueva coalición ha puesto en el centro de su programa la inversión masiva en defensa, facilitada por una reforma constitucional que permitirá un endeudamiento sin precedentes de hasta un billón de euros.
Fricciones y equilibrios
El proceso de negociación, que comenzó tras las elecciones del 23 de febrero, no ha sido fácil. Los puntos más conflictivos han sido la política migratoria, los impuestos a las grandes fortunas y la eventual reintroducción del servicio militar obligatorio. La CDU/CSU ha impulsado una línea más dura en materia de inmigración y defensa, mientras que el SPD ha defendido medidas más progresistas en lo fiscal y social.
El acuerdo debera ser ratificado por ambas fuerzas
El acuerdo deberá ser ratificado en las próximas semanas por los militantes del SPD, a través de una votación electrónica, y por un congreso reducido en la CDU. En el nuevo gobierno, Merz será el canciller y Klingbeil, con toda probabilidad, ocupará el cargo de vicecanciller y el estratégico Ministerio de Finanzas. La CDU y el SPD se repartirán seis ministerios cada uno, y la CSU, tres.
Una coalición con reloj en cuenta regresiva
Merz, de 69 años, llega al poder con una combinación de fuerza financiera y fragilidad política. Aunque su partido fue el más votado, el retroceso electoral y el peso parlamentario del SPD le han obligado a ceder en varios puntos clave. Además, entre sus propias filas hay descontento por haber renunciado al principio de “deuda cero”, tradicionalmente defendido por los democristianos.
Coalicion para frenar a la ultraderecha
Los sondeos muestran que, si hoy hubiera elecciones, la AfD podría alcanzar o incluso superar a la CDU. Es por eso que el nuevo gobierno no solo tiene como tarea gobernar, sino también frenar la expansión de la ultraderecha y demostrar que la moderación y el compromiso aún pueden ofrecer resultados tangibles.
Europa mira hacia Berlín
La nueva coalición en Alemania no solo define el rumbo del país, sino que también puede marcar el tono del debate europeo en los próximos años. En un continente sacudido por la guerra en Ucrania, la desinformación y el avance de fuerzas antidemocráticas, Berlín busca recuperar su papel de ancla política y económica.
El reloj empezo a correr
La pregunta ahora es si esta alianza improbable entre dos líderes tan distintos —Merz, empresario reconvertido en político veterano, y Klingbeil, figura del aparato socialdemócrata— logrará sostenerse en el tiempo y responder a las demandas de una ciudadanía cada vez más polarizada. Lo que está claro es que el reloj ya empezó a correr.