Perspectiva Internacional

Las amenazas de Trump impulsan el independentismo en Groenlandia

Auge del sentimiento independentista

La creciente retórica expansionista de Donald Trump ha provocado un inesperado efecto en Groenlandia: un auge en el sentimiento independentista. La reciente insistencia del presidente de Estados Unidos en anexionar la isla, la más grande del mundo, ha encendido el debate sobre la autodeterminación en este territorio autónomo del reino de Dinamarca, en vísperas de unas elecciones clave.

Los groenlandeses se oponen a formar parte de Estados Unidos

Cinco de los seis partidos groenlandeses que concurren a los comicios apoyan la independencia, aunque discrepan en el momento y la forma de implementarla. Mientras tanto, la posibilidad de una anexión estadounidense es rechazada de manera abrumadora por la población. Según una encuesta reciente, el 85% de los groenlandeses se oponen a formar parte de Estados Unidos, y solo un 6% se muestra a favor.

Un nuevo despertar político

El interés de Trump en Groenlandia ha atraído la atención internacional y ha movilizado a votantes jóvenes, como Inunnguaq Jensen, de 23 años, quien votará por primera vez en estas elecciones. “Aquí somos muy pocos, pero tenemos muchísimos minerales, gas y petróleo por explotar, además de la pesca”, argumenta Jensen, reflejando la esperanza de que una Groenlandia independiente pueda sostenerse económicamente.

El fervor independentista se ha reforzado

El fervor independentista se ha visto reforzado por figuras políticas que han cambiado de partido en busca de un compromiso más firme con la soberanía. Kuno Fencker, exmiembro del partido socialdemócrata Siumut, se unió a Naleraq, una formación populista que exige iniciar inmediatamente el proceso de independencia. Aki-Matilda Hoegh-Dam, su pareja y exdiputada en el Parlamento danés, también se ha sumado a esta causa.

El papel de Estados Unidos y la geopolítica del Ártico

Trump ha reiterado en varias ocasiones que el control de Groenlandia es una “necesidad absoluta” para Estados Unidos, lo que ha sido interpretado como una amenaza por la mayoría de los habitantes de la isla. Sin embargo, algunos sectores ven en la insistencia del presidente estadounidense una oportunidad para negociar mejores condiciones con Dinamarca.

Jorgen Boassen, uno de los pocos groenlandeses que apoyan a Trump

Figuras como Jorgen Boassen, uno de los pocos groenlandeses que apoyan abiertamente a Trump, han intentado fomentar el acercamiento con Washington. En enero, Boassen asistió a la investidura de Trump y en octubre hizo campaña por él en Pensilvania. A su vez, Trump Jr. visitó Groenlandia, donde organizó un evento en un bar de Nuuk y repartió dinero y souvenirs entre la población local, un acto que muchos consideran un intento de comprar simpatías.

Un futuro incierto pero definido por los groenlandeses

Si bien ningún partido groenlandés aboga por la anexión a Estados Unidos, algunos, como Naleraq, ven con buenos ojos estrechar los lazos económicos y de seguridad con Washington tras una eventual independencia. De momento, la economía de Groenlandia sigue dependiendo en gran medida de Dinamarca, que le transfiere unos 520 millones de euros anuales, lo que representa casi la mitad del presupuesto público del territorio.

El dilema es economico, identitario y geopolitico

El dilema groenlandés no es solo económico, sino también identitario y geopolítico. Mientras que algunas fuerzas políticas apuestan por una independencia inmediata, otras consideran que aún no se han desarrollado los recursos suficientes para sostener un Estado soberano sin el respaldo de Dinamarca

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Elecciones a la vuelta de la esquina

Lo que está claro es que, con las elecciones a la vuelta de la esquina, el debate sobre el futuro de Groenlandia está más vivo que nunca, impulsado, en parte, por la agresiva estrategia geopolítica de Donald Trump. La pregunta ya no es si Groenlandia quiere separarse de Dinamarca, sino cuándo y bajo qué condiciones lo hará.