Enfrentara distintos desafios politicos y economicos
Canadá ha dado un giro en su liderazgo político con la elección de Mark Carney como sucesor de Justin Trudeau al frente del Partido Liberal y del Gobierno. Con un impresionante 85,9% de los votos en la interna del partido, el exgobernador de los bancos centrales de Canadá y de Inglaterra asumirá el cargo de primer ministro en los próximos días, enfrentando una serie de desafíos políticos y económicos, especialmente en su relación con Estados Unidos y la guerra comercial impulsada por Donald Trump.
De la economía a la política: el ascenso de Mark Carney
Mark Carney, nacido en los Territorios del Noroeste en 1965, cuenta con una destacada trayectoria académica y profesional. Graduado en economía por Harvard y Oxford, trabajó en Goldman Sachs antes de incorporarse al Banco de Canadá, donde se desempeñó como gobernador entre 2008 y 2013. Posteriormente, lideró el Banco de Inglaterra hasta 2020 y fue enviado especial de la ONU para la acción climática y la financiación. Su experiencia le ha valido el apoyo de las bases liberales, a pesar de no haber ocupado nunca un escaño parlamentario.
Fuerte respaldo interno
Su victoria en la interna liberal fue contundente, dejando a Chrystia Freeland, exministra de Finanzas, en un distante segundo lugar con solo el 8% de los votos. Este resultado refleja un fuerte respaldo interno, aunque también impone la tarea de consolidar su liderazgo en una coyuntura política complicada.
Un cambio de era para el liberalismo canadiense
Justin Trudeau, quien lideró a los liberales desde 2013 y gobernó desde 2015, deja un legado mixto. Durante su gestión, implementó políticas progresistas como la legalización del cannabis y el fortalecimiento de programas sociales, pero también enfrentó escándalos y desgaste político. La renuncia de Freeland a sus cargos en diciembre acentuó la crisis del partido, lo que derivó en la dimisión de Trudeau en enero. Ahora, Carney hereda la difícil tarea de revitalizar al Partido Liberal y mantenerlo en el poder.
El desafío de Trump y la guerra comercial
Uno de los principales retos para Carney será la tensa relación con Estados Unidos. La imposición de aranceles por parte de Trump a productos canadienses ha generado un clima de incertidumbre económica. En respuesta, Ottawa ha tomado represalias, aunque Washington ha concedido una pausa temporal hasta abril para bienes incluidos en el T-MEC.
“ Hemos hecho de este pais el mejor del mundo y ahora nuestros vecinos quieren apoderarse de ellos”
Durante su campaña interna, Carney enfatizó su determinación para enfrentar a Trump: “Hemos hecho de este país el mejor del mundo, y ahora nuestros vecinos quieren apoderarse de nosotros. ¡De ninguna manera lo permitiremos!”. Su postura firme podría convertirse en un pilar de su estrategia electoral, considerando que el 75% de las exportaciones canadienses tienen como destino a Estados Unidos.
Un posible adelanto electoral
Aunque las elecciones federales están programadas para octubre de este año, Carney podría convocar comicios anticipados. Las encuestas muestran que, bajo su liderazgo, la ventaja de los conservadores sobre los liberales ha caído de 25 a 8 puntos porcentuales, situando a su partido dentro del margen de error.
Los tiempos politicos no dependen solo de Otawa
Sin embargo, los tiempos políticos en Canadá ya no dependen solo de los movimientos en Ottawa, sino también de la volatilidad de la Casa Blanca. Con la incertidumbre comercial y el regreso de Trump a la presidencia de EE.UU., Carney tendrá que demostrar que su experiencia en economía puede traducirse en estabilidad política y crecimiento para Canadá.
Una nueva etapa para el liberalismo Canadiense
Su llegada al poder marca el inicio de una nueva etapa para el liberalismo canadiense. Resta por ver si su perfil tecnocrático y su discurso en defensa de la economía nacional lograrán mantener a los liberales en el gobierno en tiempos de incertidumbre internacional.
