El papel de América Latina
El cambio climático representa uno de los mayores retos de nuestra era, y la aviación comercial, responsable de entre el 2% y el 3% de las emisiones globales de CO2, enfrenta una encrucijada para descarbonizar sus operaciones. A pesar de los avances en electrificación en otros sectores del transporte, los aviones dependen de combustibles líquidos, lo que hace que los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) sean una solución clave para alcanzar las metas climáticas.
Una oportunidad para liderar desde América Latina
América Latina y el Caribe tienen una posición privilegiada en esta transición gracias a su riqueza en recursos naturales y su experiencia en la producción de biocombustibles. Países como Brasil, que ha liderado en el uso de etanol derivado de la caña de azúcar, ofrecen ejemplos claros de cómo vincular al sector agrícola con la producción de energías limpias. En el caso de los SAF, las materias primas como aceites vegetales, azúcares y almidones tienen un potencial enorme para convertirse en combustibles de aviación sostenibles.
Dinamizacion de las economias regionales
El desarrollo de esta industria no solo reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también dinamizará las economías locales. La vinculación entre el sector agroindustrial y la producción de SAF puede generar empleos sostenibles y agregar valor a la producción agrícola, creando cadenas de valor más resilientes.
Los desafíos de la industria
A pesar de su potencial, los SAF enfrentan barreras significativas. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estima que para 2050 se necesitarán 449 millones de metros cúbicos de SAF para cumplir los objetivos climáticos, lo que implica triplicar la actual producción global de biocombustibles líquidos. Este crecimiento exponencial requiere inversiones masivas en infraestructura, innovación tecnológica y la creación de marcos regulatorios que impulsen la inversión.
Los estandares globales deben ser armonizados
Otro obstáculo clave es la falta de estándares globales armonizados para los SAF. Actualmente, los mecanismos de certificación son fragmentados, lo que complica el comercio internacional y genera incertidumbre. Iniciativas como el esquema CORSIA, promovido por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), buscan crear un mercado más transparente y eficiente, pero su implementación enfrenta desafíos significativos.
Cooperación internacional y alianzas clave
El éxito de los SAF también dependerá de la cooperación internacional y las alianzas público-privadas. La colaboración entre países para compartir tecnología, conocimientos y recursos será fundamental para cerrar brechas tecnológicas. Asimismo, universidades y centros de investigación deben trabajar junto a la industria para desarrollar tecnologías que hagan más eficiente la conversión de biomasa en combustibles sostenibles.
Un llamado a la acción regional
América Latina tiene una oportunidad única de liderar esta transformación. Para lograrlo, es crucial que los gobiernos de la región implementen políticas públicas coherentes que promuevan la inversión en infraestructura y generen condiciones para el acceso al financiamiento. Además, deben aprovechar las ventajas comparativas de la región, no solo en recursos naturales, sino también en la experiencia acumulada en la producción de biocombustibles terrestres.
El futuro de la aviacion sostenible
El futuro de la aviación sostenible está en juego, y con él, la posibilidad de transformar las economías hacia modelos más verdes y resilientes. Los SAF no solo representan una herramienta para combatir el cambio climático, sino también una oportunidad para que América Latina se posicione como líder en el desarrollo de soluciones energéticas sostenibles.