¿Un cambio estratégico o una jugada política de Netanyahu?
En un movimiento inesperado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció el despido de su ministro de Defensa, Yoav Gallant, tras más de un año de conflicto en Gaza. La relación entre Netanyahu y Gallant ha estado marcada por tensiones y desacuerdos desde hace tiempo, especialmente en torno a la gestión de la guerra y las políticas de seguridad. Sin embargo, la destitución de Gallant llega en un momento delicado, cuando Israel enfrenta presiones internas y externas para justificar su ofensiva en Gaza y las bajas civiles resultantes.
Popularidad y reconocimiento
Gallant, quien goza de popularidad y reconocimiento en Israel, emitió un comunicado afirmando que la seguridad de Israel “siempre será la misión de su vida”. Su remoción podría interpretarse como un golpe no solo a su carrera, sino también al frente de defensa israelí, especialmente en un contexto en el que el país vive una escalada de violencia y ataques mortales en Gaza. La sustitución de Gallant por Israel Katz, actual ministro de Asuntos Exteriores, plantea interrogantes sobre si Netanyahu busca un equipo de gobierno que siga fielmente su línea política o si realmente existen diferencias irreconciliables en torno a la estrategia de defensa de Israel.
Recuerdos de marzo 2023
La destitución de Gallant también evoca recuerdos de marzo de 2023, cuando un intento anterior de cesarlo provocó protestas masivas en Israel. En ese momento, la población salió a las calles para manifestar su rechazo a lo que percibían como un intento de Netanyahu de eliminar a los disidentes dentro de su gabinete. La reacción de la población ahora podría ser igualmente significativa y afectar el futuro político de Netanyahu.
Los ataques siguen intensificandose
A la par de este conflicto interno, los ataques israelíes en Gaza siguen intensificándose. El mismo día de la destitución, al menos 30 palestinos perdieron la vida en nuevos bombardeos, incluidos varios niños y mujeres que se refugiaban en una casa. Aunque el ejército israelí sostiene que los ataques se dirigieron a instalaciones militares, las bajas civiles suscitan críticas internacionales y refuerzan la percepción de que las políticas de Netanyahu no están logrando los resultados esperados en términos de seguridad.
Cohesion interna del gobierno israeli
La salida de Gallant refleja el enfoque cada vez más personalista de Netanyahu en un contexto de creciente aislamiento político. La situación en Gaza no solo pone a prueba la legitimidad de las políticas de Israel en el ámbito internacional, sino también la cohesión interna del gobierno israelí. La pregunta que queda es si esta destitución fortalecerá o debilitará a Netanyahu en un momento tan complejo.