para afrontar los desafíos actuales
El anuncio del aumento del presupuesto educativo en Chile para 2024 ha generado optimismo en algunos sectores, pero también interrogantes sobre si será suficiente para resolver los problemas estructurales que enfrenta el sistema. Con un incremento del 4,2% en el gasto educativo, el gobierno de Gabriel Boric busca reactivar una educación golpeada por la pandemia y años de subinversión.
El impacto positivo del aumento presupuestario
El gobierno ha anunciado un incremento de 30 mil millones de pesos destinado a la Reactivación Educativa, una iniciativa clave para mejorar la infraestructura escolar y brindar apoyo a estudiantes que sufrieron retrasos educativos durante la pandemia.
Este aumento es esencial para avanzar en la equidad educativa, ya que también contempla la ampliación de la gratuidad universitaria a 39 mil nuevos estudiantes, lo que representa un avance hacia un sistema educativo más inclusivo.
Problemas estructurales que aún persisten
Aunque el aumento del presupuesto es un paso en la dirección correcta, sectores críticos de la educación pública siguen cuestionando el financiamiento de los liceos Bicentenario, un modelo exitoso en la mejora de la calidad educativa en Chile.
Además, la transferencia de las escuelas municipales a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP), un proceso clave de la reforma educativa, sigue mostrando fallos importantes en su implementación.
La importancia de la infraestructura y el bienestar docente
El aumento es una fuerte contribución para mejorar la infraestructura educativa y el bienestar docente, lo que, sin dudas, mejorara las condiciones de enseñanza y aprendizaje en todas las regiones del país.
Un llamado a un enfoque más integral
Si bien es positivo que el gobierno destine más fondos a la reactivación educativa, analistas propician que el aumento debe venir acompañado de políticas más integrales que aborden los problemas estructurales del sistema. Se sugiere mejorar la calidad del desarrollo profesional docente y la mejora continua en la infraestructura escolar.
Invertir más en educación
El presupuesto de 2024 es una señal clara de que el gobierno reconoce la necesidad de invertir más en educación, especialmente en un contexto de post-pandemia. Esta decisión del gobierno de Chile tiene especial relevancia en la región, toda vez que el gobierno argentino veto una decisión del parlamento para ajustar el presupuesto educativo al crecimiento inflacionario.
La situación en Argentina
El gobierno argentino enfrenta una importante controversia respecto al presupuesto educativo para 2024 y 2025. En medio de los debates en el Congreso, el proyecto de ley de presupuesto para 2025 enviado por el Poder ejecutivo muestra una reducción en los fondos asignados a la educación.
La situación es especialmente crítica en las universidades públicas, que dependen en gran medida del financiamiento nacional. El recorte que propone el Poder ejecutivo afecta gravemente a las universidades, que enfrentan dificultades para cubrir gastos operativos, salarios y proyectos de infraestructura, obligándolas a suspender actividades académicas.
En general, el panorama es de gran incertidumbre, especialmente con las universidades tecnológicas y grandes instituciones como la Universidad de Buenos Aires, Córdoba, La Plata la y la Universidad Tecnológica Nacional con sede en todas las provincias argentinas. Que luchan por mantenerse operativas en medio de un presupuesto que no acompaña el incremento inflacionario.