Otro golpe a la memoria, verdad y justicia: En un acto que hiere profundamente a los argentinos, seis diputados nacionales visitaron el penal de Ezeiza el 11 de julio, donde se encuentran presos condenados por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura de 1976 a 1983. La visita fue percibida como una provocación y generó repudio de diversos sectores de la sociedad. Al mismo tiempo, el Papa Francisco visitó a la sobrina de una monja víctima de la dictadura, reafirmando el compromiso de la Iglesia con la memoria y la justicia.
La polémica visita al penal de Ezeiza
El 11 de julio, seis diputados nacionales del partido oficialista en un vehículo de la Cámara de Diputados de la Nación visitaron el penal de Ezeiza, donde se encuentran recluidos condenados por crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado llevado a cabo en la última dictadura argentina (1976-1983) (LA NACION) (www.diariopopular.com.ar).
Reacciones de organismos y dirigentes políticos
La visita de los legisladores del bloque de La Libertad Avanza a conocidos represores, como Adolfo Donda, Antonio Pernías y Alfredo Astiz, es un acto de provocación que hiere profundamente a cada argentino que sufrió o vio sufrir a sus familiares y amigos la violencia estatal y la tragedia de la desaparición forzada. La vergonzosa visita a los represores fue repudiada no solo por organismos de derechos humanos, sino también por dirigentes de distintos partidos políticos e incluso por aquellos aliados al oficialismo libertario (infobae) (elDiarioAR).
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Justificación de los visitantes
Ante pedidos para investigar y sancionar a los legisladores nacionales, algunos participantes se excusaron diciendo que los llevaron engañados; otra legisladora, si bien reconoció la entrevista con uno de los criminales, esgrimió ignorar los antecedentes del represor debido a su edad. Independientemente de las absurdas excusas, el organizador del desafortunado suceso reveló que la comitiva del Congreso realizó una “visita humanitaria” para conocer la situación de “excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista” en los años 70 (www.diariopopular.com.ar) (elDiarioAR).
La provocación y sus implicancias
Es ostensible la provocación de los legisladores, quienes una vez cuestionados, esgrimieron narrativas distorsionadas y falaces en pos de intentar perpetuar la impunidad ante el revisionismo histórico. Esta acción del bloque oficialista solo pudo llevarse a cabo por la ignorancia, la falta de información y de formación de sus propios legisladores, que a la postre reavivan las heridas de miles de argentinos que fueron víctimas de un plan sistemático de terror y exterminio (LA NACION) (elDiarioAR).
La visita del Papa Francisco
En este contexto, se produce la visita del Papa Francisco a la sobrina de Léonie Duquet, la monja francesa secuestrada, torturada en el centro clandestino que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y luego arrojada al mar en un “vuelo de la muerte”. En el operativo que secuestraron a Léonie, también fueron detenidas 11 personas más que pertenecían a la comunidad religiosa de la Iglesia de la Santa Cruz, donde Alfredo Astiz fue el responsable clave de sellar el trágico destino de las víctimas (LA NACION).
El mensaje de la Iglesia católica
El gesto del Sumo Pontífice con la sobrina de una de las víctimas de Alfredo Astiz es un claro mensaje en el contexto de la visita de los legisladores a los genocidas del pueblo argentino. La Iglesia católica no mantendrá silencio ante la magnitud de la tragedia de la última dictadura, ni será cómplice del dolor del pasado. Este mensaje nos invita a no olvidar ni desviar la mirada de la verdad incómoda que nos confronta como sociedad, orientando nuestro camino hacia la justicia y el respeto por los derechos humanos como pilares irrenunciables (www.diariopopular.com.ar) (elDiarioAR).