Renida segunda vuelta
Uruguay se prepara para una reñida segunda vuelta en las elecciones presidenciales, donde el Frente Amplio (FA), liderado por Yamandú Orsi, enfrentará al candidato oficialista Álvaro Delgado, apoyado por la coalición de centroderecha gobernante. La primera vuelta consolidó al FA como el partido más votado con cerca del 44% de los votos, mientras que los partidos de la coalición de centroderecha lograron el 47%. Sin embargo, el camino hacia la victoria no será fácil, y el FA ha decidido movilizar a uno de sus activos más valiosos: el expresidente José Mujica.
Jose Mujica
Con 89 años y recuperándose de un tratamiento contra el cáncer, Mujica participará en la campaña desde su chacra, con el objetivo de motivar a la militancia y reavivar el fervor que llevó al FA a obtener el 48% en la segunda vuelta de 2019. Este rol es clave, ya que Mujica, carismático y con un fuerte arraigo popular, representa para el FA un motor de movilización en un contexto donde el candidato Orsi, si bien experimentado, no ha logrado establecer un liderazgo emocionalmente potente para la base del partido.
Luis lacalle Pou
Mientras tanto, el oficialismo enfrenta una limitación. La Constitución uruguaya impide que el presidente Luis Lacalle Pou participe activamente en la campaña, a pesar de que cuenta con un 50% de aprobación y es un líder indiscutido en su coalición. Así, la figura de Mujica contrasta con la de Lacalle Pou, brindando al FA una ventaja en cuanto a presencia y respaldo carismático en el terreno político.
Eleccion el 24 de Noviembre
El panorama para el 24 de noviembre está lejos de ser predecible. Ninguno de los candidatos, ni Orsi ni Delgado, ha logrado hasta ahora una conexión profunda con el electorado, y deberán enfrentar un debate televisado que será crucial para definir sus capacidades de liderazgo y sus propuestas. En la primera vuelta, la coalición gobernante obtuvo más votos en su conjunto, pero el FA ha demostrado que sabe captar un porcentaje significativo del electorado entre la primera y la segunda vuelta, como sucedió en 2019, cuando creció en casi diez puntos porcentuales.
Mayoria en Senado de Frente amplio
El FA llega a esta elección tras un esfuerzo de reconexión con la ciudadanía, especialmente a través de su iniciativa “El Frente Amplio te escucha”, que ha impulsado encuentros en más de 300 localidades y 1,400 reuniones con organizaciones locales. Estos esfuerzos parecen haber rendido frutos, ya que el FA mejoró su rendimiento en comparación con las elecciones de 2019 y alcanzó la mayoría en el Senado. No obstante, la expectativa interna del partido era obtener un resultado más sólido en la primera vuelta.
Simbolismos y liderazgos historicos
La segunda vuelta será una prueba de fuego tanto para el FA como para la coalición. Mientras Orsi intentará pescar votos en la “pecera” de la coalición con un mensaje de unidad, Delgado buscará consolidar el voto centroderechista y apelar a quienes en la primera ronda se inclinaron por otras opciones dentro de su alianza. La presencia de Mujica podría ser el factor decisivo para el Frente Amplio, que intentará replicar el éxito de movilización que le permitió en 2019 acercarse a la presidencia en la recta final de la contienda.
Así, Uruguay se prepara para una elección cargada de simbolismos y liderazgos históricos, donde el futuro del país se definirá no solo en función de propuestas, sino también de la capacidad de movilización y de la conexión con un electorado cada vez más exigente y diverso.