
Por Perspectiva internacional
CEPAL, 27 de noviembre de 2025
Avances sociales bajo presión: la concentración de ingresos frena el desarrollo latinoamericano
La última radiografía socioeconómica de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) confirma una paradoja que caracteriza a la región desde hace décadas: la pobreza baja, pero la desigualdad se mantiene inamovible. Según el Panorama Social 2025, presentado este miércoles, América Latina alcanzó en 2024 su menor tasa de pobreza desde que existen datos comparables. Sin embargo, los ingresos continúan extremadamente concentrados, las brechas persisten y los avances resultan frágiles ante ciclos económicos adversos.
Un descenso histórico de la pobreza, con contrastes nacionales
El informe detalla que el 25,5% de la población regional (160 millones de personas) vivía en situación de pobreza en 2024, lo que representa una caída de 2,2 puntos porcentuales respecto al año anterior y más de siete puntos en comparación con 2020, cuando la pandemia llevó a un deterioro masivo. La pobreza extrema, en cambio, se redujo ligeramente hasta el 9,8%, aunque sigue sin volver al nivel mínimo alcanzado en 2014.
Menos pobres, pero no más iguales: el desafío pendiente en América Latina
El avance también se refleja en la llamada pobreza multidimensional, que considera indicadores como acceso a vivienda, educación, salud, empleo y pensiones. Este indicador cayó del 34,4% al 20,9% en la última década, aunque la tendencia se vio brevemente interrumpida por el impacto del Covid-19.
Ecuador y Argentina limitan la recuperacion social
El motor de la mejora reciente fue el aumento de los salarios reales, que mejoró los ingresos de los hogares en un contexto económico global poco dinámico. República Dominicana, Costa Rica, México y Paraguay fueron los países con mayor crecimiento de los ingresos laborales. En la otra cara, Ecuador y Argentina registraron caídas reales, consolidando un deterioro que limita la recuperación social.
La región avanza, pero no al mismo ritmo para todos
El empleo también mostró señales positivas: creció 1,8% en 2024, impulsado por la manufactura y los servicios financieros, mientras que el desempleo se redujo a 5,9%. No obstante, la informalidad sigue afectando a casi la mitad de los trabajadores, con un impacto desproporcionado sobre mujeres, jóvenes y personas con salarios bajos.
La desigualdad: el obstáculo estructural
Pese a los avances sociales, la región mantiene uno de los niveles de desigualdad más altos del mundo. El 10% más rico concentra el 34,2% del ingreso, mientras que el 10% más pobre apenas accede al 1,7%. Colombia, Brasil y Panamá figuran entre los países más desiguales del planeta.
Cepal: menos pobreza, más alerta por desigualdad estructural en América Latina
La Cepal advierte que esta concentración del ingreso no solo limita el crecimiento económico sostenido, sino que refuerza ciclos de exclusión en el acceso a educación de calidad, oportunidades laborales y movilidad social. En áreas rurales, entre niñas, niños y adolescentes y en los sectores más pobres, la pobreza multidimensional es sistemáticamente más alta, señal de desventajas acumuladas que dificultan la salida de la vulnerabilidad.
Una agenda urgente para romper el círculo
Durante la presentación del informe, el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, sintetizó cinco líneas estratégicas necesarias para salir de la “trampa” latinoamericana:
- Reducir la desigualdad educativa.
- Crear empleos de calidad y con protección social.
- Avanzar en igualdad de género y fortalecer la llamada “sociedad del cuidado”.
- Combatir la discriminación hacia pueblos indígenas, migrantes y personas con discapacidad.
- Reforzar la institucionalidad social y su financiamiento.
El desafío para los gobiernos es doble: consolidar la reducción de la pobreza y enfrentar un modelo estructural donde la desigualdad actúa como freno persistente. En un contexto geopolítico y económico mundial incierto, la sostenibilidad de los avances dependerá de políticas públicas más inclusivas, financiamiento estable y una visión regional de desarrollo.
Avances sociales bajo presión: la concentración de ingresos frena el desarrollo latinoamericano
Latinoamérica llega a 2025 con indicadores que muestran progreso, pero también con una advertencia clara: si no se corrigen las desigualdades de base, la región seguirá atrapada entre avances coyunturales y retrocesos profundos.



