Por Perspectiva Internacional – 24 de agosto de 2025

La guerra en punto critico
La guerra en Ucrania se encuentra en un punto crítico, y su desenlace podría depender de un territorio que desde hace más de una década concentra el pulso del conflicto: el Donbás. La región oriental, formada por las provincias de Donetsk y Lugansk, es el trofeo más codiciado en la “Nueva Rusia” que Vladímir Putin sueña con consolidar.
Podria haber nuevas ofensivas rusas
Durante la reciente cumbre en Alaska con Donald Trump, el presidente ruso dejó entrever su disposición a congelar la línea del frente si Kiev cede Donbás. La propuesta, sin embargo, significaría la renuncia de Ucrania a su principal “cinturón fortaleza” y abriría la puerta a nuevas ofensivas rusas hacia el corazón del país.
Donbás fue un pulmón industrial del Imperio ruso
Históricamente, el Donbás fue un pulmón industrial del Imperio ruso, la Unión Soviética y luego de la Ucrania independiente. Pero la falta de inversión desde 1991 debilitó su economía, mientras que la narrativa prorrusa caló hondo en una parte de la población. Tras la anexión de Crimea en 2014, Moscú alentó la insurrección separatista en la región, ocupando un tercio del territorio. Hoy, más de tres años después de la invasión a gran escala de 2022, Rusia controla casi toda Lugansk y un 70% de Donetsk.
Desgaste humano desvastador en el Donbás
El desgaste humano es devastador: de los seis millones de habitantes que tenía el Donbás en 2022, apenas queda la mitad. Millones huyeron a otras regiones de Ucrania o al extranjero. Los que permanecen lo hacen en ciudades devastadas, bajo bombardeos o bajo un régimen ruso marcado por la represión, la escasez de agua y una reconstrucción más propagandística que real.
Para Ucrania es una batalla existencial
Para Kiev, la batalla por el Donbás es existencial. Perderlo no solo significaría entregar un territorio rico en recursos, sino también debilitar las defensas frente a una Rusia que difícilmente se detendría ahí. Como afirma una de las desplazadas de Donetsk: “No es por la tierra; no quieren la existencia de Ucrania”.
Es el simbolo de dos proyectos irreconciliables
El Donbás, más que un enclave territorial, se ha convertido en el símbolo de dos proyectos irreconciliables: el de una Ucrania independiente y europea, y el de una Rusia que intenta reescribir las fronteras de Europa en clave imperial. Su futuro definirá no solo el curso de la guerra, sino también la arquitectura de seguridad del continente en los próximos años.



