Por perspectiva internacional
Santiago . 13 de noviembre 2025
Kast, Matthei y Kaiser: la derecha chilena define su liderazgo
Chile llega a las presidenciales del 16 de noviembre con un escenario que, aunque técnicamente es una primera vuelta, funciona en los hechos como una gran primaria de la derecha. Tres candidaturas de ese sector —la del ultraconservador José Antonio Kast, la del libertario Johannes Kaiser y la de la histórica representante de la derecha moderada, Evelyn Matthei— se disputan quién será el rostro que enfrente en diciembre a la aspirante de la izquierda, Jeannette Jara.
La paradoja es evidente: la derecha compite dividida, pero ya adelanta que gobernará unida si logra recuperar La Moneda.
Jara y el desafío de la moderación
La candidata oficialista Jeannette Jara, militante del Partido Comunista, podría convertirse este domingo en la más votada. Consciente de la resistencia que despierta su partido en amplios sectores, ha intentado proyectarse como figura de centroizquierda: incluso evalúa suspender su militancia como señal de amplitud para una eventual segunda vuelta.
Jara frente a un bloque opositor dividido
Su desafío será convencer al centro político de que un gobierno liderado por ella no estaría condicionado por la agenda más dura del PC. Como señaló el exministro de Hacienda de Gabriel Boric, Mario Marcel, Jara necesitará un “gesto político importante” para despejar dudas en ese electorado clave.
Tres derechas, un mismo proyecto
Pese a las diferencias visibles en retórica y estilo, el bloque opositor ha mostrado que sus distancias son menores de lo que parece.
- Evelyn Matthei, desde la derecha tradicional, se ha alineado con un discurso de mano dura en seguridad y admite posturas polémicas sobre la dictadura de Pinochet que han generado controversia.
- José Antonio Kast, referente republicano, combina su perfil conservador con un plan agresivo de recortes del gasto público.
- Johannes Kaiser, más radical, empuja el eje hacia la derecha libertaria y obliga a los otros dos candidatos a proyectar un tono más moderado.
Más allá de sus competirores directas, los tres coinciden en marcar una ruptura con la administración Boric —a quien califican con dureza— y en oponerse a un giro hacia la izquierda con Jara en el poder.
Una unidad que llegará… con condiciones
La gran incógnita es quién pasará a la segunda vuelta. El escenario más probable es un triunfo de Kast, aunque un sorpresivo avance de Kaiser podría tensionar alianzas internas, especialmente con sectores liberales como Evópoli. Para estos grupos, gobernar con Kaiser sería difícil de justificar, incluso más que hacerlo con Kast.
Sin embargo, la historia reciente chilena sugiere que, frente al riesgo de perder La Moneda, la identidad doctrinaria se flexibiliza. Como ocurrió con el Partido Socialista cuando apoyó a Boric en 2021, la política chilena tiende a resolver sus fracturas cuando la polarización define finales mano a mano.
Lo que está en juego
Las derechas chilenas comparten un diagnóstico pesimista sobre el estado del país: estancamiento económico, inseguridad, migración irregular y un gobierno que consideran débil. Esa narrativa, sumada a la fragmentación del oficialismo, les ha permitido llegar a la primera vuelta en una posición competitiva.
Pero también deja claro que, aunque este domingo compitan entre sí, su objetivo final es común: impedir que una militante del Partido Comunista llegue a La Moneda.
Jara avanza, la derecha se divide
La elección se convierte así en una disputa que va más allá de programas o liderazgos individuales. Es un plebiscito sobre el rumbo político del país, en un Chile donde la derecha —diversa, tensa y pragmática— sigue teniendo una única prioridad: volver al poder.
