Perspectiva Internacional

Argentina retrocede en la Cuestión Malvinas en la Cumbre CELAC-UE de Santa Marta

Santa Marta Colombia, 10 de noviembre de 2025

Por Guillermo Carmona

El manejo diplomático argentino sobre la Cuestión Malvinas siempre se ha guiado por una premisa clara: cada declaración surgida de cumbres internacionales, regionales o interregionales es una pieza estratégica. En estas instancias, los objetivos están definidos: obtener una declaración favorable, mantenerla en el tiempo sin retrocesos y, en lo posible, fortalecerla. Dado que Malvinas forma parte del proceso de descolonización reconocido por las Naciones Unidas y que el Reino Unido mantiene su negativa a retomar negociaciones, el respaldo internacional resulta esencial.

En la Cumbre UE-CELAC de 2023, celebrada en Bruselas, la Argentina logró un hito diplomático. Por primera vez, la Unión Europea reconoció oficialmente, en una declaración conjunta, la posición latinoamericana sobre las Islas Malvinas, subrayando la importancia del diálogo y el respeto al derecho internacional para resolver disputas. Ese logro debía preservarse en la Cumbre de Santa Marta, Colombia, realizada este fin de semana.

Un párrafo similar, pero no igual

A primera vista, el texto adoptado parecía replicar lo conseguido. El párrafo 17 de la Declaración de Santa Marta afirma:

“En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas/Falkland Islands, la Unión Europea ha tomado nota de la posición histórica de la CELAC…”

Sin embargo, una comparación con el párrafo equivalente de 2023 revela un cambio significativo: la inclusión del topónimo británico Falkland Islands. Este no había aparecido en la Declaración de Bruselas. Aunque el uso del doble nombre es habitual en Naciones Unidas, la diplomacia argentina evita adoptar la denominación británica. Esto abre interrogantes: ¿por qué se incluyó ahora?, ¿fue pedido por la UE?, ¿lo aceptó o promovió el gobierno argentino?, ¿hubo influencia británica? La experiencia indica que lo más sencillo en una cumbre es repetir lo ya acordado. Por lo tanto, este cambio difícilmente fue casual.

La pérdida del anclaje en la integridad territorial

Otro retroceso aparece al observar lo sucedido con el párrafo 14 de la Declaración de Bruselas, que reafirmaba principios centrales de la Carta de la ONU vinculados a la integridad territorial y la solución pacífica de controversias. Ese párrafo había sido estratégicamente colocado inmediatamente después del dedicado a Malvinas, reforzando la posición argentina y contrarrestando la narrativa británica.

En Santa Marta, ese vínculo se quebró. Si bien un texto similar fue incluido en otra parte de la declaración, quedó desvinculado del tema Malvinas, diluyendo su fuerza política.

Una representación argentina debilitada

El retroceso diplomático argentino no fue casual. El gobierno de Javier Milei ha mostrado un desinterés manifiesto por la CELAC: ni el presidente ni sus ministros participaron de las cumbres del bloque. En Santa Marta, la representación argentina estuvo a cargo del director de Asuntos Regionales, un funcionario de cuarta línea dentro de la Cancillería. Ni el canciller Quirno ni otras autoridades de peso asistieron, a pesar de la relevancia birregional del encuentro con la Unión Europea.

Prioridades cambiadas: obstrucción y alineamientos

La lectura de la declaración evidencia que los esfuerzos diplomáticos argentinos no se orientaron a fortalecer la cuestión Malvinas. Por el contrario, el gobierno centró su accionar en distinguirse del consenso regional sobre temas como:

  • la estabilidad en el Caribe tras el despliegue militar estadounidense,
  • la situación palestina y las acciones del gobierno de Israel,
  • el embargo a Cuba,
  • los impactos de la desinformación y los discursos de odio,
  • la igualdad de género,
  • la Agenda 2030.

Argentina dejó constancia formal de que no convalidaba esos párrafos. Esta conducta, sostiene el autor, se enmarca en un ideologismo ultraderechista, un alineamiento automático con Estados Unidos e Israel, y una nueva señal de funcionalidad hacia el Reino Unido.

Un logro que persiste gracias a la región

Pese a los retrocesos señalados, la inclusión de la referencia a la Cuestión Malvinas sigue siendo un hecho importante. Y, como subraya el autor, fue posible únicamente gracias al apoyo solidario de los países latinoamericanos y caribeños, los mismos que —según su diagnóstico— el gobierno de Milei desprecia.