Ofensiva rebelde
La reciente ofensiva de los rebeldes sirios que ha logrado tomar la mitad de Alepo marca un nuevo capítulo en una guerra que parecía haber quedado relegada a un segundo plano en la atención internacional. Esta sorprendente victoria insurgente no solo expone la fragilidad del control gubernamental en Siria, sino también las dinámicas geopolíticas que continúan alimentando el conflicto.
Raices del conflicto sin resoolverse
La caída parcial de Alepo en manos de los rebeldes representa un simbolismo poderoso. Desde que el Gobierno de Bashar al-Assad, respaldado por Rusia, Irán y grupos como Hezbolá, recuperó la ciudad en 2016, Alepo se había convertido en un símbolo de la victoria oficialista sobre una oposición cada vez más debilitada. Ahora, el avance insurgente, aunque temporal, subraya que las raíces del conflicto siguen sin resolverse.
El peso de las alianzas internacionales
El papel de los actores internacionales es ineludible. Los bombardeos rusos, que según informes han causado más de 200 bajas entre los rebeldes, recuerdan el peso militar de Moscú en la balanza siria. Mientras tanto, la aparente incapacidad de Turquía para contener esta escalada, pese a ser garante del acuerdo de 2019, refleja los límites de su influencia en un tablero donde las alianzas y las traiciones son moneda corriente.
Las guerras en Siria enlazadas con conflictos regionales
Por otro lado, la coincidencia de esta ofensiva con el cese al fuego entre Hezbolá e Israel añade otra capa de complejidad. Las milicias respaldadas por Irán, distraídas por sus propios enfrentamientos con Israel, han dejado un vacío en el apoyo al régimen sirio, que los rebeldes han sabido aprovechar. Esto demuestra cómo las múltiples guerras dentro de Siria están entrelazadas con los conflictos regionales.
El precio humano de una guerra sin fin
Más allá de las estrategias militares y los juegos de poder, el drama humano continúa. Los bombardeos en áreas residenciales, que ya han dejado muertos y heridos, son un recordatorio de que la población civil sigue pagando el precio más alto de esta guerra. Cada ofensiva, cada ataque aéreo, perpetúa el sufrimiento de millones de personas que viven atrapadas en un ciclo de violencia que parece eterno.
Reflexión para la comunidad internacional
La situación en Alepo plantea preguntas urgentes para la comunidad internacional. ¿Cuánto tiempo más se permitirá que Siria sea el campo de batalla de intereses extranjeros? ¿Dónde queda la responsabilidad de proteger a una población que sufre incesantemente? La falta de una resolución política duradera sigue siendo el talón de Aquiles en este conflicto.
En Siria la guerra nunca termino
Si bien los titulares del mundo pueden centrarse en otras crisis, Alepo nos recuerda que los conflictos olvidados tienen la capacidad de resurgir con fuerza, reconfigurando no solo el mapa local, sino también las dinámicas de poder regional e internacional. En Siria, la guerra nunca terminó, y Alepo es el recordatorio más contundente de esta realidad.