
profundiza el quiebre en la alianza
La administración de Donald Trump ha dado un nuevo golpe a Ucrania al congelar el suministro de inteligencia, una herramienta clave para la defensa del país ante la ofensiva rusa. La decisión, confirmada por el director de la CIA, John Ratcliffe, marca un giro en la política exterior estadounidense y aumenta la incertidumbre en Kiev sobre el futuro del apoyo de Washington.
El cese de informacion incluye movimientos de tropas y bombardeos
El cese del flujo de información militar, que incluía datos en tiempo real sobre los movimientos de tropas y bombardeos rusos, se suma a la reciente suspensión del envío de armamento a Ucrania. Ratcliffe explicó que la medida se tomó tras una tensa reunión entre Trump y el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, el 28 de febrero. Según el jefe de la CIA, Trump dudaba del compromiso de Zelenski con un proceso de paz y decidió pausar la asistencia.
Lo confirmo el Consejero de Seguridad Nacional
Desde la Casa Blanca, el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, confirmó la interrupción del intercambio de inteligencia y señaló que Washington está revisando “todos los aspectos” de la relación con Kiev. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de restaurar la cooperación en función de las negociaciones entre ambos países, incluyendo un posible acuerdo económico sobre los recursos naturales de Ucrania y una eventual tregua con Rusia.
Washington pidio al Reino Unido restringir la transmision de datos
La decisión ha generado un fuerte impacto en el gobierno ucraniano, que depende en gran medida del respaldo estadounidense. Aunque el primer ministro, Denis Shmihal, aseguró que no han detectado interrupciones en la ayuda, fuentes anónimas del ejército ucranio indicaron a medios británicos que el Pentágono ha dejado de proporcionar información sobre objetivos militares en territorio ruso. Además, se ha reportado que Washington pidió al Reino Unido restringir la transmisión de datos obtenidos a través del Pentágono.
El momento del anuncio fue llamativo
El momento del anuncio ha sido particularmente llamativo, ya que ocurrió pocas horas después de que Zelenski publicara en redes sociales un mensaje en el que expresaba su disposición a negociar con Rusia bajo el “fuerte liderazgo” de Trump. Este gesto buscaba apaciguar la tensión con la Casa Blanca, pero no ha impedido la decisión del mandatario estadounidense de recortar el apoyo estratégico.
Duro golpe para Ucrania
La retirada del respaldo de inteligencia supone un duro golpe para Kiev. La capacidad de Ucrania para monitorear los movimientos rusos se verá gravemente afectada, especialmente en un momento en que las fuerzas del Kremlin han intensificado su ofensiva en el este del país. Según la agencia estatal ucraniana Ukrinform, la mayor pérdida no es solo la falta de armas, sino la incapacidad de monitorear a Rusia las 24 horas del día.
Podria reconfigurarse el tablero geopolitico
El quiebre en la relación entre EE.UU. y Ucrania podría reconfigurar el tablero geopolítico. Con Washington replegándose y buscando condicionar su ayuda a un acuerdo de paz, Zelenski ha intensificado sus contactos con líderes europeos, como el canciller alemán Olaf Scholz, para reforzar la coordinación con la UE. Sin embargo, sin el respaldo de EE.UU., la capacidad de resistencia de Ucrania frente a Rusia se verá seriamente comprometida.
La incognita es si este distanciamiento marca un nuevo paradigma de politica exterior
La administración Trump ha dejado claro que su enfoque en Ucrania ha cambiado radicalmente. La gran incógnita ahora es si este distanciamiento será temporal o si marca el inicio de un nuevo paradigma en la política exterior estadounidense, con un giro hacia el pragmatismo y la negociación con Moscú en detrimento de Kiev.
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