Perspectiva Internacional

El costo estratégico de Ucrania al ceder territorio

lo que Ucrania perdería si acepta las condiciones de Rusia

A tres años del inicio de la guerra con  Rusia,  en Ucrania siguen sin una resolución clara. Con Rusia controlando aproximadamente el 20% del territorio ucraniano, las recientes conversaciones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, han reavivado la posibilidad de un acuerdo de paz. Sin embargo, las condiciones que Washington parece dispuesto a aceptar han generado preocupación en Kiev y en Europa. La pérdida de territorio no solo implicaría un cambio en las fronteras, sino también un impacto profundo en la economía y la seguridad energética de Ucrania.

Las regiones bajo control ruso

Desde la anexión  de Crimea en 2014 hasta la ocupación progresiva del Donbás y otras áreas clave, Rusia ha consolidado su presencia en zonas estratégicas. Actualmente, Moscú controla aproximadamente 110.000 kilómetros cuadrados de suelo ucraniano, lo que equivale a una extensión similar a la de Portugal y Galicia juntas. Entre las principales ciudades ocupadas se encuentran Lugansk, Donetsk, Mariupol, Melitopol y Berdiansk, muchas de ellas con gran peso industrial y logístico.

Central nuclear de Zaporiyia

Uno de los aspectos más preocupantes de la ocupación es la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, que antes de la guerra aportaba la mitad de la energía de origen atómico del país. Su control por parte de Rusia representa una preocupacion constante para la estabilidad energética de Ucrania y para la seguridad regional en caso de incidentes nucleares.

La riqueza mineral en disputa

Más allá de las ciudades y la infraestructura energética, los recursos naturales en las regiones ocupadas son de un valor incalculable. Ucrania posee una de las mayores reservas de tierras raras y minerales críticos en Europa, esenciales para la industria tecnológica y de defensa. Entre los más importantes se encuentran el titanio, el litio, el uranio y el grafito, todos fundamentales para la producción de baterías, semiconductores y armamento moderno.

La pretension de Estados Unidos

Trump ha mencionado en varias ocasiones la importancia de estos recursos y ha condicionado el apoyo de EE.UU. a Kiev al acceso estadounidense a estas reservas. Para Ucrania, perder estos depósitos significaría una disminución en su capacidad de recuperación económica y su independencia estratégica a largo plazo.

¿Qué implicaría una negociación con Rusia?

Si bien aún no se ha iniciado una negociación formal, la postura de Washington parece orientada a aceptar la pérdida de los territorios ocupados antes de 2022, sin exigir concesiones significativas de Moscú. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, declaró recientemente en Bruselas que no es realista pensar en un retorno a las fronteras previas a 2014 y descartó la entrada de Ucrania en la OTAN como parte de un posible acuerdo.

Incertidumbre en Europa

Estas declaraciones han generado incertidumbre en Europa y han sido recibidas con escepticismo en Kiev, donde se teme que una paz negociada en estos términos equivalga a una victoria geopolítica para Rusia. Además, ceder territorio sin garantías concretas podría sentar un precedente peligroso para otros conflictos internacionales.

El futuro de Ucrania

El futuro de Ucrania depende no solo de la estrategia militar, sino también de las decisiones políticas que tomen sus aliados. Si Trump y Putin logran un acuerdo basado en la cesión de territorios, Ucrania enfrentará no solo una pérdida territorial, sino también una disminución de sus capacidades económicas y energéticas. Con la guerra aún en curso y las tensiones en aumento, la cuestión clave sigue siendo si Occidente permitirá que Rusia imponga su dominio sin mayores consecuencias o si buscará una solución que garantice la soberanía ucraniana a largo plazo.